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Actualizado: abril, 2022
Pātañjalayogaśāstra
(pratyakṣānumānāgamāḥ pramāṇāni)
10. Pramāṇa
se adquiere mediante pratyakṣa, anumāna o āgama.
11. El
conocimiento cierto denominado pratyakṣa, es el cittavṛtti
provocado por la influencia de algo exterior al individuo a través de los indriyas,
tomando como campo de determinación preferente la naturaleza específica de la
cosa, aunque ésta tenga también ciertas características generales. El resultado
es que puruṣa
no distingue la conciencia del vṛtti como
distinta de sí mismo, es decir, se confunde a sí mismo con citta y sus vṛttis.
Más adelante se describirá a puruṣa como lo que está consciente
reflejándose en buddhi.
Anumāna es un vṛtti
que se refiere especialmente a las características
generales del objeto y toma como campo de determinación preferente la relación
de coexistencia que debe ser inferida entre objetos de una clase semejante y de
exclusión entre los de una clase diferente.
12. Del
mismo modo que se infiere que la luna y las estrellas poseen movimiento cuando
cambian de lugar, así se infiere de una persona concreta. De forma similar, las
montañas no cambian de lugar, por lo cual se infiere que no poseen movimiento.
Cuando alguien digno de confianza enseña oralmente una enseñanza percibida de
forma directa en alguna otra parte o inferida por él mismo, con la intención de
participar a otros su propio conocimiento, el vṛtti
que surge en el que escucha, y cuyo objeto es el significado contenido en esa
transmisión oral, es un āgama. Dicho testimonio puede ser viparyaya y,
por tanto, no constituir un pramāṇa si el comunicador no es
fidedigno o trata de engañar exponiendo temas cuestionables, no vistos ni
inferidos por él mismo. Pero si son fruto de pratyakṣa
o anumāna
de otra persona distinta digna de confianza, ese conocimiento resulta
perfectamente válido.
प्रत्यक्षानुमानागमाः प्रमाणानि॥७॥
pratyakṣānumānāgamāḥ pramāṇāni
||7||
El conocimiento válido se adquiere por percepción directa, inferencia
lógica y referencia a autoridades [dignas de confianza]
(Traducción
propia)
(Otras
traducciones)
Vyaas Houston |
Pramāṇa-los medios correctos de
evaluación son: percepción directa, inferencia y testimonio |
Georg Feuerstein |
El conocimiento [puede derivarse de]
la percepción, la inferencia y el testimonio |
Christopher Chapple y Yogi Ananda
Viraj |
Los conocimientos válidos son
percepción, inferencia y testimonio válido |
P. V. Karambelkar |
Percepción directa con los sentidos,
inferencia y testimonio de confianza son los (tres) pramāṇas (hechos aceptables o datos correctos sobre
los que se basa el conocimiento correcto) |
James Haughton Woods |
Las fuentes-de-ideas-válidas son
percepción, inferencia y comunicación verbal |
Pandit Usharbudh Arya |
Percepción directa, inferencia y
autoridad revelada son las tres categorías del vṛtti denominado prueba válida (pramāṇa) |
Fernando Tola y Carmen Dragonetti |
Los medios para adquirir un correcto
conocimiento (pramāṇa) son: la percepción (pratyakṣa),
la inferencia (anumāna), el āgama (testimonio) |
Emilio García Buendía |
Percepción, inferencia y tradición
oral (son) los medios que suministran cogniciones correctas |
Oscar Pujol |
El conocimiento es la percepción, la
inferencia y el testimonio verbal |
Shriram Lele |
La percepción a través de los cinco
sentidos, la inferencia basada en lo que ya se sabe y el testimonio de otra
persona son el conocimiento percibido |
Chip Hartranft |
La percepción correcta surge de la
observación directa, las inferencias o las palabras de los demás |
—El Budismo, que había empezado por
reconocer como pramāṇa incluso las escrituras, acabará
reduciendo los medios de conocimiento a dos tan solo: percepción directa e
inferencia. Lo mismo hará el Vaiśeṣika, que
considera la comparación y la autoridad, admitidas por el Nyāya, con posibilidad de resolverse
en la inferencia. Los materialistas van aún más allá, y confieren validez
probatoria solamente a la percepción directa, exclusión hecha de todo otro
medio cognoscitivo. La división cuatripartita fue seguida por el Nyāya, que, además de la percepción
directa, admite la inferencia, la autoridad revelada (śabda) y la comparación (upamana). Los Mīmāṃsāka de
la escuela de Kumārila y el Vedānta
aumentan a seis los medios de conocimiento: percepción directa, inferencia,
comparación o analogía, autoridad, evidencia o presunción y percepción de la no
existencia. Prabhākara,
eliminando el último, reduce los pramāṇa a cinco. El Jainismo divide los medios de
conocimiento en dos grupos: inmediatos y mediatos (pratyakṣa y parokṣa),
cada uno de los cuales se diversifica en varios subgrupos, aunque en un sentido
muy distinto del que tiene en las otras escuelas. Los seguidores de Madhva, distinguen el conocimiento en
dos clases: conocimiento puro (kevalapramāṇa) y
conocimiento subsidiario (anupramāṇa),
entendiendo por el primero el conocimiento evidente por sí mismo, el que tiene
en sí mismo su propia certeza. Conocimiento subsidiario es el conocimiento
mediato, el cual es triple: perceptivo (pratyakṣa), inferencial (anumāna) y
de autoridad (āgama)
(Tucci, Giuseppe "Historia de la filosofía hindú").
—Pramāṇavṛtti se
limita a los objetos, lo observado (dṛśya), y excluye al observador (draṣṭā) de su visión. No tiene en
cuenta la relación correcta entre observador y observado, y así se reduce el
descubrimiento de la naturaleza a la relación entre objeto y objeto, de modo
fragmentario. Además, en el campo de este vṛtti, los descubrimientos más importantes no son sus productos,
sino que lo son de la intuición, inspiración o destello repentino de la
percepción. Por todo ello, la credibilidad obtenida por él permanece siempre
limitada e incluso sospechosa de su autenticidad. Este vṛtti se
compone de los datos de los sentidos, las inferencias válidas de acuerdo con
las normas de la lógica y las palabras que guardan la sabiduría de los sabios
(Desphande, P.Y. "El auténtico Yoga").
—Los
medios de conocimiento son: a) la percepción (pratyakṣa), que se produce por el contacto de
un órgano de los sentidos con un objeto; b) el raciocinio (anumāna); c)
la información fidedigna (śabda),
que tiene un origen sobrehumano, en cuanto se remonta al veda, a los dioses o a los ṛṣis, o
bien es de origen humano y reposa en la experiencia de hombres fidedignos. El
proceso de perfección significa una perpetua auto transformación. La sustancia
de la mente toma espontáneamente la forma y la contextura de su experiencia
inmediata. Cuando dos percepciones materiales no se contradicen entre sí, se
considera que son verdaderas o correctas. Sin embargo, aun las percepciones
verdaderas o correctas son esencialmente falsas y deben ser suprimidas, pues
tanto ellas como las erróneas producen la concepción de una "identidad de
forma" (sārūpya)
entre la conciencia como sustancia mental y la mónada vital. La inferencia es la
función del principio pensante o actividad mental que se ocupa en atribuir a
los objetos las características que parecen corresponderles. La inferencia
correcta es la inferencia que puede ser apoyada por la percepción correcta. El
testimonio correcto deriva de las sagradas escrituras y autoridades
tradicionales. Se basa en la correcta comprensión de una palabra o de un texto
y corrobora la percepción correcta y la inferencia, de acuerdo con Vijñāna Bhikṣu
(Zimmer, H. "Filosofías de
—El yoga enfatiza la percepción
sensorial, a diferencia de otros sistemas de pensamiento que aprenden más de
los textos sagrados, o de la inducción y el análisis. Es difícil concebir uno
de estos tres modos de comprensión separado de los otros dos. No es posible, por
ejemplo, reconocer un objeto sin compararlo instantáneamente con otros.
Realmente, aunque estas tres formas de aprehender la realidad son específicas,
las tres son interdependientes (Bouanchaud, Bernard "The essence
of Yoga").
Vocabulario
pratyakṣa-anumāna-āgamāḥ
pramāṇāni
pramāṇāni (los medios para el conocimiento válido son:) pratyakṣa (percepción directa), anumāna (inferencia y) āgamāḥ (referencia autorizada)
pratyakṣa-: percepción
directa, aprehensión por los sentidos; 1) tener delante de los propios ojos;
2) estimulación inmediata de los órganos de los sentidos; 3) percepción,
evidencia, visión, manifestación.
—La palabra sánscrita
equivalente a la castellana “percepción” es pratyakṣa, “lo que cae bajo los ojos”. Por percepción se entiende un
conocimiento directo o inmediato de las cosas y el medio que conduce a él. Este
conocimiento puede tener lugar a través de los sentidos o de la mente. En
efecto, la percepción no sólo es sensorial, sino que también puede ser mental:
por ejemplo, la experiencia del placer y el dolor, específica del manas o sexto sentido. Se incluye también en la percepción el
conocimiento intuitivo, la intuición de los místicos y de los santos, que
revela inmediatamente, en plena luz y claridad, la esencia de las cosas, y es
inmune al error. Por consiguiente, convendría definirla más bien como
conocimiento inmediato (sākṣātkara), sensación inmediata, no
causada por un conocimiento precedente, y mediante la cual algo es conocido por
nosotros (Tucci, Giuseppe "Historia de la filosofía
hindú").
—De
acuerdo con la interpretación tradicional, pratyakṣa designa en este sūtra la percepción mediante los
sentidos de los objetos que les corresponden. Sin embargo, creemos que hay que
dar al término pratyakṣa un
valor más amplio y considerar que cubre no solo la captación de objetos
materiales sino la de realidades mentales y además toda vivencia o experiencia
que llega a la conciencia, sea cual sea la naturaleza de éstas. Esta
interpretación es más adecuada pues con ella se da cabida entre las vṛttis a
procesos mentales perceptivos, captaciones, aprehensiones, que no son
sensoriales y que Patañjali va a
considerar en el curso de su exposición del Libro Primero, como son los
referidos en los sūtras I.10,
I.17,
I.18,
I.19,
I.36,
I.38,
etc. en consecuencia, pratyakṣa es la
actividad, el acto, el proceso de la mente mediante el cual ésta conoce algo,
ya sea directamente, ya sea a través de los sentidos (Tola y Dragonetti,
"Yogasūtras de Patañjali", pág. 57-58).
—La
característica de la percepción vivencial frente a los otros tipos de
percepción (sensorial y mental) es que en la percepción vivencial no se puede
hablar de un “objeto” de la vivencia. Si yo percibo
en mí, vivo, siento, un dolor o un placer, no se puede en rigor separar mi
vivencia de ese dolor o placer, del dolor y placer en sí. Ambos constituyen un
solo fenómeno, una sola entidad. Sólo por razones metodológicas, en sentido
figurado, se podría separar y distinguir en la percepción vivencial la
captación (grahaṇa: mi sensación de dolor o de
placer) y el “objeto” de la misma (grāhya, viṣaya: el
dolor o el placer sentidos por mí). Y parafraseando el sūtra II.6,
en que Patañjali define la asmitā,
podemos decir que la śakti de la vivencia (o sea lo que
ella abarca) y la śakti del objeto de la vivencia (o
sea lo que éste abarca) son como idénticos, en el sentido de que los límites y
la extensión de una vivencia le están impuestos por los límites y la extensión
del sentimiento de felicidad, placer o miedo, etc., que constituye su objeto
(Tola y Dragonetti, "Yogasūtras de Patañjali", nota a pie de
página 57-58).
anumāna-: inferencia,
consideración, reflexión; 1) inferencia o percepción aplicando un modelo, 2) deducción,
lógica, conjunto de razonamientos trabados.
—Anumāna es la actividad, el acto, el proceso de la mente mediante
el cual ésta construye un raciocinio que llega a una conclusión (Tola y
Dragonetti, "Yogasūtras de Patañjali", pag. 57).
āgama
(āgamāḥ): (m,
nom, pl) llegada, tradición; 1) testimonio, autoridad; 2) texto revelado o sagrado; 3)
referencia a autoridades dignas de confianza; 4) lo que surge, lo que ocurre o
aparece.
—Āgama es la actividad, acto o proceso de la mente mediante el
cual ésta conoce algo por medio de la información proporcionada por una persona
fidedigna o un texto sagrado. La persona fidedigna llegó a su vez al
conocimiento de aquello que es objeto de su comunicación mediante pratyakṣa o anumāna. Āgama no es la comunicación transmitida por otra persona, sino
el proceso cognoscitivo que esa comunicación produce en el que la recibe (Tola
y Dragonetti, "Yogasūtras de Patāñjali", pag. 58).
pramāṇa (pramāṇāni): (n,
nom, pl) medios de conocimiento, percepción o noción correcta; 1) evidencias,
pruebas, conocimientos probados; obtención de información con sentido; 2) uno
de los cinco tipos de procesos mentales (cittavṛtti).
—Pramā es un conocimiento indudable
sobre el objeto. El instrumento de pramā, es
decir, la forma de obtener tal conocimiento indudable es pramāṇa. Pramāṇa
certifica algo que anteriormente era desconocido; en otras palabras, pramāṇa es
el proceso de pramā respecto
a algo desconocido (Hariharānanda Āranya, Swami "Yoga philosophy
of Patañjali").
—Para
dar sentido a este aforismo, se debe considerar a pramāṇa con
el significado de “conocimiento
válido”, aunque usualmente se tome
como la fuente del conocimiento correcto. Tradicionalmente, el proceso
cognoscitivo se descompone en cinco componentes: 1) pramātr, el
sujeto que conoce; 2) prameya, el
objeto conocido; 3) pramāṇa, el
instrumento de conocimiento; 4) pramā, el
conocimiento; 5) pramāṇya, la
validación del conocimiento (Feuerstein, Georg "The Yoga-Sūtra of
Patañjali").
—Pramāṇa es
un conocimiento cierto o probado, es decir, un conocimiento subjetivo que
encuentra correspondencia objetiva, la cual es propiamente la prueba a la que
se refiere pramāṇa. Se
trata, pues, de las representaciones que tienen una correspondencia en el mundo
fenoménico, cuyo correlato occidental más adecuado serían las "vivencias
con cumplimiento objetivo" de Husserl. Pramāṇa puede adquirirse de tres modos
diferentes: 1) por medio de una intuición sensible, pratyakṣa; 2)
por medio de una inferencia lógica, anumāna; 3) por medio de la aceptación del testimonio de una
autoridad, āgama
(Ballesteros Arranz, Ernesto "Yogasūtras de Patañjali").
—Pratyakṣa:
alimentación sensorial. Aunque se incluye la alimentación de cualquiera de los
sentidos, el sentido primario es el visual, es decir, algo que se vuelve
visible... En el sistema legal actual, utilizamos el mismo modismo cuando nos
referimos a un testigo que tiene conocimiento de primera mano como a un
"testigo visual". Anumāna:
inferencia. Āgama:
otra palabra legal que significa entrada. La información procedente de los
sentidos se considera como viniendo de fuera del observador. Es importante
notar que el conocimiento tradicional también se define como āgama en el
Manu-Smṛti. -ah: sufijo que denota un caso en nominativo plural. Sospecho
que la traducción de Georg [Feuerstein] tiene un error gramatical sustancial… Pramāṇi: Aunque Georg define esta palabra
como "conocimiento", yo prefiero definirla como
"observación". De esta forma, "La observación es la alimentación
sensorial determinada como entrante" (Ronald G. “rajayogin”, http://www.yrec.info/sūtra-t702.html)
Otras variaciones del texto original:
tatra pratyakṣānumānāgamāḥ
pramāṇāni
Vyāsa
— Yoga-Bhāṣya
(s. V.)
1.7(11): indriya-praṇālikayā
cittasya bāhya-vastūparāgāt tad-viṣayā
sāmānya-viśeṣātmano’rthasya viśeṣāvadhāraṇa-pradhānā
vṛttiḥ pratyakṣaṃ pramāṇam |
El
conocimiento cierto (pramāṇa)
(denominado) percepción directa (pratyakṣa),
es el proceso mental (provocado) por la influencia de algo exterior (al
individuo) a través de los sentidos, tomando como campo de determinación
preferente la naturaleza específica de la cosa, aunque ésta tenga también
ciertas características generales.
—La percepción sensorial,
dependiente de los cinco sentidos, es un medio directo para el
autoconocimiento. La percepción es externa, material y objetiva (laulika) cuando se aplica a la percepción exterior al cuerpo. Es
interna e inmaterial (alaulika) cuando tiene que ver con
sensaciones tales como el dolor corporal o los sentimientos. El término pratyakṣa implica que el sujeto,
interesado en un objeto, se mueve hacia él y lo percibe en tanto en cuanto no
haya obstáculos que lo impidan (Bouanchaud, Bernard "The essence
of Yoga").
—Este realismo presenta un
problema porque dentro de las principales escuelas de filosofía india, la
"percepción yóguica" (yogipratyakṣa) se considera a menudo como el
tipo de percepción supremamente válido. La percepción de la persona común
definitivamente requiere la presencia de objetos externos y el contacto de la
mente con ellos a través del funcionamiento de los sentidos. Pero, ¿Patañjali tiene la intención de
incluir el proceso de yogipratyakṣa en YS I.7? Incluso una lectura
superficial de las palabras de Vyāsa nos lleva a comprender que yogipratyakṣa no debe incluirse aquí.
Patañjali describe en otras partes las percepciones más sutiles del yogui (ver,
por ejemplo, YS III.17-19,
25-29,
33-36,
43,
49,
52
y 54.
Un ejemplo de yogipratyakṣa es que el yogin efectúa la
percepción de saṃskāras mediante la cual obtiene el
conocimiento de los nacimientos anteriores (YS III.18). Otro
ejemplo de percepción yóguica es el discernimiento discriminativo (vivekakhyāti) de que la mente-sattva y puruṣa son diferentes, como se nos
dice en YS
III.49). Yogipratyakṣa es otro término para la
aprehensión directa (sākṣātkara) que implica la identificación
consciente del yogin con un objeto. Esta es la base para la práctica de la
"unificación" (samāpatti) y la restricción (saṃyama) a través de la cual se pueden
adquirir varios poderes yóguicos (siddhi) (por ejemplo, la percepción
del yogin de vidas pasadas, YS III.18) (Whicher, Ian “The integrity of the yoga darsana.
A reconsideration of classical yoga”,
pag. 144-145 y nota 319, pag. 351).
1.7(11): phalam
aviśiṣṭaḥ pauruṣeyaś citta-vṛtti-bodhaḥ
|
El resultado es que el “si-mismo-esencial” (puruṣa) no distingue
la conciencia del proceso mental como distinta de sí mismo (es decir, se
confunde a sí mismo con la mente y sus procesos).
1.7(11): buddheḥ
pratisaṃvedī puruṣa ity upariṣṭād
upapādayiṣyāmaḥ |
Más adelante se describirá a puruṣa como lo que
está consciente reflejándose en el intelecto (buddhi, pratisaṃvedin) (II.17—II.20).
—Una percepción se hace posible
porque el origen de la conciencia es puruṣa.
A través de su misma presencia como testigo o conocedor del proceso de
aprehensión, puruṣa le da a la mente su capacidad
de percibir. La presencia de puruṣa hace posible nuestros procesos
de percepción, que consisten en lo siguiente: la "luz" de puruṣa se refleja en el sattva puro de la mente y permite que la mente perciba objetos y
experimente sensaciones, etc. De ese modo, la mente percibe estos objetos
cuando también se reflejan en ella. El reflejo de puruṣa y el de los objetos se
entremezclan en la mente generando vṛttis (percepciones) y la mente a su
vez puede reflexionar sobre estas percepciones. En la percepción ordinaria, la
mente no distingue entre su experiencia del objeto del mundo externo y la
conciencia generada por puruṣa. Los procesos mentales de una
persona se confunden como procesos internos y de puruṣa:
los objetos, la experiencia, los vṛtti, la mente y puruṣa se conciben todos como si
fueran idénticos (Whicher, Ian “The
integrity of the yoga darsana. A reconsideration of classical yoga”, p. 144).
1.7(11): anumeyasya
tulya-jātīyeṣv anuvṛtto bhinna-jātīyebhyo
vyāvṛttaḥ sambandho yas tad-viṣayā
sāmānyāvadhāraṇa-pradhānā vṛttir
anumānam |
La inferencia (anumāna) es un proceso mental que se
refiere especialmente a las (características) generales (del objeto) y toma como
campo de determinación preferente la relación de coexistencia que debe ser
inferida entre objetos de una clase semejante y de exclusión entre los de una
clase diferente.
1.7(12): yathā
deśāntara-prāpter gatimac-candra-tārakaṃ caitravat,
vindhyaś cāprāptir agatiḥ |
Del mismo modo que se infiere que la luna y las estrellas
poseen movimiento cuando cambian de lugar, así se infiere de una persona
concreta (Caitra). De forma
similar, las montañas (Vindhya) no cambian de lugar, (por lo cual se infiere que) no
poseen movimiento.
—La inferencia es clasificada
por los Nyāya
Sūtras en
tres clases, designadas con los vocablos pūrvavat,
shesavat y sāmānyato
dṛṣṭa.
Las dos primeras clases están basadas en el principio de causalidad: (i)
inferencia del efecto no percibido a partir de la causa percibida; por ejemplo,
viendo las nubes inferimos la inminencia de la lluvia; (ii) inferencia de la
causa por el efecto; por la crecida del río inducimos que ha llovido en el
monte; (iii) la tercera clase de inferencia se basa en una relación bien
conocida e uniforme, ya sea de coexistencia, ya de exclusión entre dos objetos
o dos conceptos; del hecho de que un planeta ocupa en tiempos diferentes
distintas posiciones en el espacio, inducimos su movimiento (Tucci,
Giuseppe "Historia de la filosofía hindú").
—El
raciocinio, anumāna,
tiene cinco miembros, según el nyāya: 1) pratijñā,
afirmación o proposición a establecer ("hay fuego en el monte...");
2) hetu, fundamentación o base de la
que parte el razonamiento ("...porque en él hay humo..."); 3) udāharaṇa,
ejemplo o imagen de semejanza ("...ya que donde hay humo hay fuego, como
en una cocina,..."); 4) upanaya,
aplicación o relación entre 3 y 1 ("...ahora bien, el monte tiene
humo..."); 5) nigamana,
conclusión o reiteración ("...por consiguiente, en él hay fuego")
(Glasenapp, H.V. "La filosofía de los hindúes").
—Anumāna se
produce cuando la percepción de la información o el objeto empieza por un
contacto directo, pero solamente parcial. Por si solo este contacto no basta
para dar la información completa. La imagen global se obtiene entonces mediante
un proceso suplementario: procede de la inferencia, la reflexión, el
análisis... Se trata de seguir lo que se ve para reflexionando concluir luego
(Desikachar, TKV "Viniyoga").
1.7(12): āptena
dṛṣṭo’nimto vārthaḥ
paratra sva-bodha-saṅkrāntaye śabdenopadiśyate |
śabdāt tad-artha-viṣayā vṛttiḥ śrotur
āgamaḥ |
Cuando alguien digno de confianza enseña oralmente una
enseñanza percibida de forma directa en alguna otra parte o inferida por él
mismo, con la intención de participar a otros su propio conocimiento, el
proceso (mental) que surge en el que escucha, (y) cuyo objeto es el significado
contenido en esa transmisión oral, es un testimonio de autoridad (āgama).
—Todo
aquel que se declara āpta (realizado)
debe ser perfectamente altruista y santo; debe haber ido más allá de los
sentidos (mostrando señales de su superconsciencia) y lo que diga no debe
contrariar el conocimiento correcto (científico) adquirido en el pasado de la
humanidad; además debe existir la posibilidad de verificación de tal verdad
(Vivekananda, Swami "Raya Yoga").
—Abhinava Gupta lo
ha denominado transferencia de poder a través del afecto. De acuerdo con Platón
"ninguna verdad filosófica puede ser comunicada de forma absoluta mediante
la palabra; es únicamente por medio de un contacto especial que un alma puede
iluminar a otra" (Hariharānanda Āranya, Swami "Yoga
philosophy of Patañjali").
—El
testimonio (āgama es āptavākya,
palabra digna de fe) se basa sobre la palabra dicha por una persona digna de fe
o escrita en textos que contienen la revelación, tradición o enseñanza de
grandes maestros. Es preciso que la comprensión e interpretación de la palabra
o texto sea fiel y, además, se ha de averiguar la autenticidad de quien habla
(Gardini, Walter "Yoga clásico").
—El testimonio es conocimiento
indirecto —se
transmite mediante una tercera persona. Aunque se aplica a cualquier
testimonio, el término āgama se
refiere principalmente a los textos sagrados, tanto escritos como transmitidos
oralmente. Tiene que ver con el testimonio de alguien que es una autoridad en
la materia (Bouanchaud, Bernard "The essence of Yoga").
—Según Vyāsa, tiene que
haber un objeto real (artha) que sea corroborado por un
maestro consumado (apta) para ser considerado āgama. Vikalpa no se relaciona con
"objetos" como tales. Tampoco se incluye formalmente el vṛtti de conceptualización bajo
error (viparyaya) porque en este último (YS I.8) hay un
"objeto" que al principio se conoce erróneamente, pero cuando se
corrige el error, la verdadera forma del "objeto" "como la luna,
para usar el ejemplo de Vyāsa, se ve claramente. No hay sucesión de error
y refutación, y una palabra no reemplaza a otra (por ejemplo, la palabra
"concha" reemplaza a "plata" en el caso de una ostra). En vikalpa no hay ningún objeto externo real, el referente es el
lenguaje mismo en lugar de las cosas (Whicher, Ian “The integrity of the yoga
darsana. A reconsideration of classical yoga”, p. 115-116).
1.7(12):
yasyāśraddheyārtho vaktā na dṛṣṭānumitārthaḥ
sa āgamaḥ plavate |
Dicho testimonio puede ser falso y, por tanto, no
constituir un conocimiento válido (pramāṇa) si el
comunicador no es fidedigno o trata de engañar exponiendo temas cuestionables,
no vistos ni inferidos por él mismo.
1.7(12):
mūla-vaktari tu dṛṣṭānumitārthe nirviplavaḥ
syāt ||7||
Pero si son fruto de una experiencia directa o una
inferencia anterior de otra persona distinta digna de confianza, ese
conocimiento resulta perfectamente válido.
—El
conocimiento de un objeto inexistente es un vikalpa consistente en realidad en el conocimiento de otro objeto
distinto que sí existe. La ausencia de algo es, de hecho, otro objeto existente
que se establece en relación a algo presente. Sobre el conocimiento de la
inexistencia se ha establecido en el Ślokavārttika de Kumārila
Bhatta que es de naturaleza mental,
independiente de los sentidos, mediante la percepción de una entidad positiva y
el recuerdo de lo que se ha establecido como ausente. Por ejemplo, cuando no se
ve un objeto en un lugar concreto, primero se observa el lugar visible y vacío
y, a continuación, se forma la idea mental de la ausencia del objeto. De hecho,
ningún conocimiento puede formarse sin referencia a un objeto
(Hariharānanda Āranya, Swami "Yoga philosophy of
Patañjali").
Bhoja — Rāja-Mārtanda
(1018-1060)
||1.7||
atrātiprasiddhatvāt pramāṇānāṅ
śāstrakārēṇa bhēdalakṣaṇēnaiva
gatatvāt lakṣaṇasya pṛthaktallakṣaṇaṅ
na kṛtam. pramāṇalakṣaṇantu avisaṅvādijñānaṅ
pramāṇamiti. indriyadvārēṇa
bāhyavastūparāgāccittasya tadviṣayasāmānyaviśēṣātmanō.rthasya
viśēṣāvadhāraṇapradhānā vṛttiḥ
pratyakṣam. gṛhītasambandhālliṅgāt liṅgini
sāmānyātmanā.dhyavasāyō.numānam.
āptavacanaṅ āgamaḥ.
El autor del tratado no ha
proporcionado definiciones separadas porque la naturaleza de los medios de
conocimiento correcto está suficientemente establecida, y porque se puede
acceder a su definición por medio de la descripción de sus diferentes aspectos.
No obstante, un medio de conocimiento correcto, es aquél que se caracteriza por
producir un conocimiento incuestionable. La percepción directa es esa
modificación de la mente en que, al entrar ésta en contacto con un objeto
exterior por medio de los sentidos, se produce certidumbre respecto de alguna
particularidad del objeto. La inferencia es la convicción proveniente de una
relación ya aprehendida, mediante el reconocimiento de la identidad propia que
se da entre lo demostrando y lo demostrante. El testimonio autorizado es una
comunicación digna de fe.
Śaṅkara Bhagavatpāda — Yoga-Bhāṣya-Vivaraṇa (s. XIV)
Cuando la mente, verbalmente o de cualquiera otra forma, se
transforma en un pensamiento, el sentido (por el cual esa forma es percibida)
es el canal, la puerta de entrada. En consecuencia, la mente, a través de estas
puertas o canales sensoriales, toma la forma de una cosa externa que es al
mismo tiempo específica y general, y aparece coloreada por ella. Como resultado
de esta coloración de la mente, el proceso mental recibe una impresión (pratimudrā) como si se
tratara de un sello (mudrā); la impresión es de algo a la vez específico y general,
pero está determinada especialmente por su aspecto particular y concreto, y
esto es lo que se llama percepción directa (pratyakṣa). Mas esta definición de percepción
directa no debe restringirse a lo que procede a través de los canales
sensoriales, pues no se trata solo de una definición, sino de una mera
corroboración de lo que sucede en la percepción ordinaria del mundo. La
percepción directa es una idea (pratyaya) en puruṣa y no hay
ninguna percepción directa que no lo sea. El poder de percepción solo surge de
una idea en la conciencia pura (cit, caitanya).
El resultado de pratyakṣa no es
solamente conocimiento cierto (pramāṇa), u otro tipo de conocimiento diferente; el resultado es
que puruṣa no distingue
de sí mismo la naturaleza de los estados mentales. En consecuencia, la
experiencia es simplemente la identificación ilusoria con los procesos mentales
(mithyābhūtavṛttianugata). Así, en III.35
"la experiencia (humana) se basa en un conocimiento que no distingue entre
el sí-mismo (puruṣa)
completamente puro y el aspecto más puro (del intelecto) (sattva)", los cuales son (en
realidad) completamente distintos. Por esto, la visión cierta (saṃyogdarśana) va
acompañada de la completa restricción de los procesos mentales. Quien crea que
estos resultados son reales no encontrará la visión correcta; en consecuencia,
no conseguirá la liberación porque no se habrá producido el necesario desapego
de la experiencia. La realización no es la consumación de acción alguna, pues
esto significaría que también ella sería algo impermanente (como resultado de
una acción). El āgama es un tipo de
conocimiento que va precedido del conocimiento original de la cosa que posee
quien habla, y que para él no procede de una autoridad, sino que tiene en la
mente algo percibido o inferido personalmente, de modo que se trata de su
propio conocimiento procedente de los sentidos o de alguna otra cualidad que le
ha permitido su deducción. El testimonio de autoridad (āgama) no es percepción directa
porque no es algo material que esté en el campo de los sentidos, y tampoco se
trata de una inferencia puesto que no depende de relación alguna o cualidad
indicativa. Sin embargo, como ocurre siempre con el conocimiento cierto (pramāṇa), el
resultado es que puruṣa toma
conciencia de este proceso mental.
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Meditación