Yoga
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Aforismos sobre Yoga de Patañjali
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Actualizado:
abril, 2022
Pātañjalayogaśāstra (tat paraṃ puruṣakhyāter guṇavaitṛṣṇyam)
19.
Superior al vairāgya anterior es la completa indiferencia con respecto a los guṇas, como consecuencia de la contemplación de puruṣa.
1920.
El que es
consciente de la imperfección de la naturaleza de los objetos perceptibles o
imperceptibles, se aleja de esos objetos, pero el que practica la contemplación
de puruṣa y mantiene buddhi tan puro y clarividente como él, se vuelve indiferente
incluso a los guṇas
en sus estados manifiestos y ocultos.
20.
Por tanto, hay dos
tipos de vairāgya. Este último, que es el más elevado, no es otra cosa que
puro jñāna. Cuando surge este conocimiento, el yogui piensa: “lo que
se debe alcanzar ya se ha alcanzado; las causas de aflicción que deben ser
destruidas ya han sido destruidas; se ha roto la cadena continua del ciclo de
los seres, la esclavitud por la que los hombres nacen y mueren, y después de
morir vuelven a renacer”. El vairāgya es la culminación de jñāna,
y dicho jñāna conduce inevitablemente al kaivalya.
तत्परं पुरुषख्यातेर्गुणवैतृष्ण्यम्॥१६॥
tat paraṃ puruṣakhyāter guṇavaitṛṣṇyam
||16||
(Traducción propia)
(Otras traducciones)
Vyaas
Houston |
El más elevado (vairāgya-no-apego) es el no-apego a los guṇas (fuerzas primarias de la creación) debido a la
identidad con el puruṣa-el
sí-mismo |
Georg
Feuerstein |
La más elevada [forma] de ésta [ausencia de pasión] es la carencia de deseo por los
constituyentes (guṇas) [de la Naturaleza], [que es producto] de la
visión del Sí-mismo (puruṣa). |
Christopher
Chapple y Yogi Ananda Viraj |
La más elevada (ausencia de pasión) –carencia
de deseo por los guṇas–
[procede] del discernimiento de puruṣa |
P.
V. Karambelkar |
Este (se convierte en) el más
elevado en la realización de puruṣa
(principio, cuando existe) completa ausencia de deseo por los (tres) guṇas |
James
Haughton Woods |
Esta [ausencia de pasión] es la más
elevada cuando el discernimiento del Si-mismo obtiene como resultado la
ausencia de deseo por las cualidades [y no solo por los objetos] |
Pandit
Usharbudh Arya |
Esa ausencia de pasión es del tipo
más elevado, trascendente, supremo, cuando está libre de toda ansia por los
atributos, guṇas, que surgen
a través de la realización del sí mismo espiritual, puruṣa |
Fernando
Tola y Carmen Dragonetti |
Superior a aquél (=al vairāgya) es la indiferencia (vaitṛṣṇya) por los guṇas a raíz del conocimiento (khyāti) del espíritu (puruṣa) |
Emilio
García Buendía |
Aquel (es) máximo (cuando se
alcanza) la indiferencia hacia los constituyentes (derivada) de
discernimiento de la consciencia pura |
Oscar
Pujol |
Más allá de este [desapego] se
encuentra [el desapego supremo] o la ausencia de deseo hacia los
constituyentes que nace de misma visión del puruṣa |
Shriram Lele |
Una vez que se estabiliza este
desapego, como consecuencia de la completa comprensión de la naturaleza del
principio personal y vivificante en todos los seres, se genera un desinterés
total, incluso en la interacción de las cualidades básicas de la naturaleza,
los guṇas. |
Chip Hartranft |
Cuando se ha alcanzado el nivel
supremo de la no reacción, se percibe claramente que la pura conciencia es
independiente de las cualidades fundamentales de la naturaleza |
Vocabulario
tat-paraṃ puruṣa-khyāteḥ guṇa-vaitṛṣṇyam
tat-paraṃ (superior a aquél) guṇa-vaitṛṣṇyam (es la completa indiferencia ante los elementos fundamentales,) puruṣa-khyāteḥ (a causa de la visión del “sí-mismo-esencial”)
tad (tat):
(n, nom, sg) este, ese, aquel.
para (paraṃ): (n, nom, sg) supremo, superior, profundo, elevado; 1)
otro, diferente, siguiente; 2) indica la idea de ir más allá.
tatpara (tatparaṃ): (comp) superior al anterior, el
que le sigue.
puruṣa-: el “sí-mismo-esencial”; 1) se asimila al observador o
sujeto de las experiencias (dṛṣṭa), a la auténtica naturaleza o naturaleza humana esencial (ātman),
a la conciencia-energía o poder que subyace a la conciencia (citiśakti)
y al ser interior (adhyātma); 2) lo que
permanece consciente reflejándose a sí mismo (pratisaṃvedin) en el intelecto (buddhi).
—Puruṣa es el sujeto del
conocimiento. El puruṣa
encarnado en un individuo entra en contacto con el mundo material exterior, a
través de la mente y de sus funciones o procesos. El puruṣa encarnado en el yoguín —como en todo
hombre— es el “veedor” (dṛṣṭā). En rigor, el término “veedor” sólo
puede emplearse respecto del puruṣa,
antes de su aislamiento. Una vez producido el aislamiento sólo puede emplearse
el término puruṣa
(F. Tola y C. Dragonetti “Yogasūtras de Patañjali”, págs. 44 y 86).
khyāti (khyāteḥ): (f, abl, sg) debido al discernimiento, mediante la visión,
a partir de contemplación, a raíz del conocimiento; 1) mediante la aceptación
permanente de la presencia o existencia de algo.
guṇa-: 1) constituyente primario, cada uno de los tres elementos
fundamentales de la materia (prakṛti).
vaitṛṣṇa (vaitṛṣṇyam): (n, nom, sg) liberación del deseo; 1) irrelevancia,
indiferencia; 2) supremo desapego; 3) forma reforzada de vitṛṣṇa.
—Vaitṛṣṇā o vitṛṣṇā (no sediento) es un sinónimo de vairāgya (Feuerstein, George “Encyclopedic
Dictionary of Yoga”).
Vyāsa — Yoga-Bhāṣya
(s. V.)
1.16(1920): dṛṣṭānuśravika-viṣaya-doṣa-darśī viraktaḥ
puruṣa-darśanābhyāsāt tac-chuddhi-pravivekāpyāyita-buddhir
guṇebhyo vyaktāvyakta-dharmakebhyo
virakta iti |
El que es
consciente de la imperfección de la naturaleza de los objetos perceptibles o
imperceptibles, se aleja de esos objetos, pero el que practica la visión de puruṣa y
mantiene su intelecto tan puro y clarividente como él, se vuelve indiferente
incluso a los guṇas en sus estados
manifiestos y ocultos.
—La
tradición védica introduce el concepto de cualidades constituyentes de la
naturaleza (guṇa), definido y explicado en el Sāṃkhya
Kārikā, e ilustrado mediante una serie de ejemplos concretos en el
Bhāgavad Gītā. La vida se manifiesta como la mezcla de tres
cualidades fundamentales. Cada objeto, cada temperamento, cada estado de ánimo
en cada instante es una mezcla de estas tres cualidades o atributos. Ningún
objeto podría aparecer, por ejemplo, sin mezcla de las cualidades de la
naturaleza que se manifiesta como color, densidad, peso y volumen (Bouanchaud,
Bernard “The essence of Yoga”).
—El
“conocimiento” a que se refiere este texto es el estado en el cual el veedor,
es decir el puruṣa,
se libera de todo lo que le es extraño, recobra su prístina y propia
naturaleza, se aísla en sí mismo. Cuando el puruṣa se ha establecido en su propia
naturaleza y ha alcanzado el aislamiento (kaivalya)
frente a la materia, tanto el puruṣa como la prakṛti
entran en un estado de mutua indiferencia: la materia deja de aparecer ante el puruṣa
y el puruṣa carece de atracción por la materia, o
lo que es lo mismo, por los guṇas que lo constituyen —es como si uno no
existiese para el otro (Tola y Dragonetti, “Yogasutras de Patañjali” pag.
86-87).
—Esta
“experiencia” no es de la naturaleza de lo que ordinariamente se entiende como
tal. Debido al radical dualismo entre el si-mismo-esencial y el
no-si-mismo-esencial (o prakṛti),
como se concibe en yoga clásico, estrictamente hablando no puede experimentarse
al si-mismo-esencial en absoluto. Patañjali,
sin embargo, hace algunas estipulaciones que nos permiten hablar de “la visión
del sí-mismo-esencial” (puruṣa khyāti)
o “la gnosis del si-mismo-esencial” (puruṣa jñāna)
(Feuerstein, Georg “The Philosophy of Classical Yoga”).
—Praviveka
quiere decir “la forma más elevada de conocimiento”. Kaivalya no se logra únicamente a través de la
simple detención de los procesos mentales. Tal cesación, que normalmente se
rompe por causas naturales o por la actualización de impresiones latentes, se
denomina estado de liberación cuando permanece de forma continuada. Para lograr
ese estado es preciso el desapego, y para lograr el desapego se necesita alcanzar
el conocimiento de los principios constituyentes (puruṣa también es un principio). Tras el
alejamiento de los objetos gracias a vaśīkāra, se debe practicar la concentración
en el estado de cesación a través del conocimiento de puruṣa. Cuando comienza a aparecer el
conocimiento sobre la naturaleza de puruṣa la mente se libera de los
pensamientos corrientes y se ocupa exclusivamente de asuntos relacionados con
la discriminación. Quienes se apartan de los objetos externos mediante el
desapego (vaśīkāra) y se concentran en lo no manifestado
o vacío como principio último no dándose cuenta en ese momento de la distinción
entre puruṣa
y buddhi no siguen el camino
correcto. Dado que no han distinguido entre puruṣa y buddhi
su estado de concentración no es completo y no puede conducirles al estado
final de nirodha o disolución final
de la mente. Esto se debe a que mientras su abnegación es total respecto a los
objetos manifiestos, resulta incompleta respecto a los no manifestados. Tal es
la razón por la cual surgen de nuevo a la vida y no se disuelven en prakṛti,
pues su conocimiento permanece aún incompleto. Renacen de nuevo a partir de esa
sutil semilla de ignorancia. Por eso el yogui practica vaśīkāra y, a continuación, la contemplación
de puruṣa que le proporciona conocimiento sobre
la diferencia (Hariharānanda Āranya, Swami “Yoga philosophy of
Patañjali”).
—El
supremo desapego no es resultado de una decisión, sino que surge de un estado
místico. Las cualidades del mundo exterior no desaparecen, pero pierden su
poder de atracción. Este elevado nivel de desapego extiende el dominio de los
objetos vistos y oídos (I.15) y contempla
las cualidades constituyentes de la naturaleza como un todo. Para tal nivel de
desapego, la simple supresión del deseo no es suficiente. Tiene que haber una
ausencia de deseo por las cualidades o estados psicológicos de inercia y
actividad, e incluso por el estado de claridad. Tal desapego existe en quien se
ha revelado una presencia suprema. Esta presencia interna superior hace que las
manifestaciones mundanas sean muy relativas. La revelación del principio
espiritual es lo que conduce a la ausencia del deseo, y no al revés
(Bouanchaud, Bernard “The essence of Yoga”).
—El desapego (vaitṛṣṇa)
respecto a los sentidos descrito en el sūtra anterior es de una clase
inferior. Alcanza el máximo grado (paraṃ)
cuando el practicante del Yoga alcanza la vivencia, cuando se da cuenta, cuando
percibe (khyāti) que quien
realmente conoce es la consciencia pura (puruṣa).
Entonces se aleja de todo lo manifestado, lo aparencial, lo fenoménico (guṇa) sintiendo una
absoluta indiferencia o ausencia de deseo hacia todos los elementos que forman
la realidad física o material. Este sūtra hay que relacionarlo con el sūtra
I.3
pues es precisamente cuando la consciencia pura comprende que es ella el
verdadero sujeto cognoscente lo cual conlleva dos efectos: 1) el señalado en
este momento consiste en alcanzar el máximo grado de indiferencia hacia las
cosas mundanas y 2) reposar en su propia naturaleza, es decir, la de la quietud
y reposo absoluto comprendiendo la verdadera naturaleza de ambas realidades, la
material (prakṛti) y la de la
consciencia (puruṣa). Es justamente el
momento de la liberación (kaivalya) la cual es
inseparable de este tipo de “ausencia de deseo” (García
Buendía, Emilio "El yoga como sistema filosófico”,
pag. 222).
—Patañjali
esclarece la naturaleza de la pura conciencia señalando las cualidades de las
que carece. A diferencia de todo cuanto existe en el mundo fenoménico, la pura
conciencia está libre de los guṇas, carece de luminosidad, movimiento y
masa. Patañjali trata los guṇas más adelante, en los aforismos II.15
y II.19,
y en el capítulo 4 detalla cómo la transformación de la mente producida por el
yoga cambia la forma de ver los guṇas ante la pura conciencia, liberando al
practicante. Patañjali dice que la no reacción consiste en dominar nuestra
tendencia a reaccionar. Alcanzar semejante grado de sin esfuerzo requiere un
enorme esfuerzo, como explica más adelante. Pero se trata de una clase especial
de esfuerzo —de no manipular las cosas, de dejar que sean tal como son— que se
va perfeccionando poco a poco mediante una práctica regular hasta que se
extingue por sí solo (Hartranft, Chip “Los Yoga Sutra de Patañjali. La versión
definitiva del libro del maestro”, pag 35).
1.16(20):
tad dvayaṃ vairāgyam |
Por tanto, hay dos tipos de desapego.
1.16(20):
tatra yad uttaraṃ taj
jñāna-prasāda-mātraṃ,
Este último, que es
el más elevado, no es otra cosa que el puro conocimiento.
—Paravairāgya o renunciación superior, se refiere a
la más alta forma de desapego, definida como la carencia de deseo por los
constituyentes primarios (guṇas) de la naturaleza. Es un “no” final
al mundo en su totalidad. Al contrario del desapego ordinario, esta forma superior
se consigue solo tras la experiencia de la condición enstática (samādhi) (Feuerstein, George “Encyclopedic
Dictionary of Yoga”).
—La
indiferencia frente a los guṇas solo puede corresponder a aquel
estado en que entra el puruṣa frente a la materia en el momento del
aislamiento (kaivalya)...y, ...por tanto...es absurdo
sostener que en ese estado se de una conciencia de dominio de la mente, pues
está vacía de todo (Tola y Dragonetti, “Yogasutras de Patañjali”).
—Este
sūtra señala que la indiferencia frente a
los guṇas (componentes de la materia), a que
llega el Espíritu mediante el yoga, es superior al desapego. La indiferencia
frente a los guṇas
significa el aislamiento del Espíritu frente a la materia y el conocimiento
(experiencia o vivencia) por parte de Él de que Él es diferente o diverso de
ella. El vairāgya
se da en el ámbito empírico y antes de la liberación del Espíritu; la
indiferencia mencionada se da en el ámbito metafísico y después de la
liberación (Tola y Dragonetti, “La Filosofía Yoga”, pag.164).
1.16(20):
yasyodaye pratyudita-khyātir
evaṃ manyate—prāptaṃ
prāpanīyaṃ, kṣīṇāḥ
kṣetavyāḥ kleśāḥ | chinnaḥ śliṣṭa-parvā
bhava-saṅkramaḥ, yasyāvicchedāj
janitvā mriyate | mṛtvā ca jāyata
iti |
Cuando surge este
conocimiento, el yogui piensa: “lo que se debe alcanzar ya se ha alcanzado; las
causas de aflicción que deben ser destruidas ya han sido destruidas; se ha roto
la cadena continua del ciclo de los seres, la esclavitud por la que los hombres
nacen y mueren, y después de morir vuelven a renacer”.
1.16(20): jñānasyaiva parākāṣṭhā vairāgyam |
El desapego es la
culminación del conocimiento,
1.16(20): etasyaiva hi nāntarīyakaṃ
kaivalyam iti ||16||
(Dicho conocimiento) conduce inevitablemente al
aislamiento trascendental del observador (kaivalya).
—El
apego es una función de buddhi o sentido interno. Por tanto, el
desapego también es su función. En pravṛtti
o apego hallamos predilección,
mientras que en nivṛtti o desapego hallamos
distanciamiento o cesación. Buddhi se denomina agryābuddhi (la más elevada forma del intelecto)
cuando comprende puruṣa.
En el Katha
Upaniṣad se puede leer: “la
sutil mente de los sabios comprende por medio de agryābuddhi”.
Cuando se adquiere este conocimiento, la mente satisfecha ya no siente
inclinación hacia prakṛti; por otro lado, se desarrolla el
deseo de permanecer en contemplación de sí mismo, en paz permanente. Surge
entonces una completa separación de los guṇas
y sus transformaciones. Paravairāgya
(el más alto desapego) resulta inseparable del auténtico conocimiento de puruṣa. Solo de esta forma se alcanza kaivalya
o liberación (la absoluta cesación de la mente) (Hariharānanda
Āranya, Swami “Yoga philosophy of Patañjali”).
—En
la estrofa II.59 del Bhagavad-Gitā, el texto más popular sobre Yoga, se
explica lo que significa este sūtra:
“Los objetos de los sentidos se apartan del ser encarnado (dehin)
que se abstiene de alimentos, a excepción de su sabor (rasa). Pero incluso el
sabor desaparece para quien contempla lo Supremo”. Paravairāgya
es, por tanto, un decidido No al mundo (prakṛti)
como tal. No todo el mundo es capaz de asumir esta negación radical
(Feuerstein, Georg “The Yoga-Sūtra of Patañjali”).
Bhoja —
Rāja-Mārtanda (1018-1060)
||1.16|| tadvairāgyaṅ
paraṅ prakṛṣṭaṅ
prathamaṅ vairāgyaṅ
viṣayaviṣayaṅ. dvitīyaṅ
guṇaviṣayamutpannaguṇapuruṣavivēkakhyātērēva
bhavati, nirōdhasamādhēratyantānukūlatvāt.
Su forma suprema
(es decir, la del desapego) es excelente. El primer tipo de desapego se refiere
a los objetos comunes y corrientes. El segundo tipo se refiere a los elementos
fundamentales de la materia (guṇas) y proviene de la lucidez acerca de la diferenciación
entre el “sí-mismo-esencial” y los elementos fundamentales, lo cual conduce al
énstasis de la completa cesación debido a que es extremadamente favorable.
Śaṅkara
Bhagavatpāda — Yoga-Bhāṣya-Vivaraṇa (s. XIV)
Se considera este
desapego como superior porque sobreviene después del primero, porque su objeto
y su causa son superiores al primero y porque es el más próximo a la
liberación. Su causa es el conocimiento de puruṣa y su objeto es superar incluso el deseo de los guṇas.
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