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SAMĀDHI PĀDA
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Actualizado: julio, 2022
Pātañjalayogaśāstra
(nirvicāravaiśāradye’dhyātmaprasādaḥ)
51. Adhyātmaprasāda
aparece en nirvicāravaiśāradya. Cuando buddhi, cuya naturaleza es sattva, se libera de rajas y tamas y tiene un discurrir puro y
firme, sin ninguna contaminación o impureza que la oculte, eso es nirvicāravaiśāradya. Cuando surge nirvicāravaiśāradya, el yogui logra una firme adhyātmaprasāda
que se
transforma en la luz más brillante y luminosa de conocimiento instantáneo
acerca del objeto en su auténtica naturaleza, es decir, sin secuencia temporal
y en todos sus aspectos. En este sentido, se ha afirmado: “igual que la persona que ha
subido la montaña contempla a los que se encuentran en el valle, el yogui que
ha logrado adhyātmaprasāda
y se ha
liberado del dolor, contempla el sufrimiento de los demás seres”.
निर्विचारवैशारद्येऽध्यात्मप्रसादः॥४७॥
nirvicāravaiśāradye’dhyātmaprasādaḥ ||47||
La claridad
del ser interior [aparece] en la transparencia [de la fusión mental] sin
asociaciones sutiles
(Traducción
propia)
(Otras
traducciones)
Vyaas Houston |
La
claridad del sí-mismo más elevado se da en la lucidez del nirvicāra
samāpatti (samāpatti
más allá de la reflexión sutil) |
Georg Feuerstein |
Cuando hay lucidez (vaiśāradya)
en el [tipo de éxtasis] suprarreflexivo, [entonces ésta se denomina] “del
ser interior” (adhyātma-prasāda). |
Christopher Chapple y Yogi Ananda
Viraj |
Con el dominio de nirvicāra,
surge la claridad del auténtico sí mismo |
P. V. Karambelkar |
En la perfección del estado nirvicāra
(pensamiento trascendente) surge la maravillosa serenidad espiritual |
James Haughton Woods |
Cuando hay claridad del [estado
equilibrado] súper-reflexivo, [el yogui logra] imperturbable calma interior |
Pandit Usharbudh Arya |
Tras alcanzar la pureza y
competencia de nirvicāra, el yogui gana claridad espiritual |
Fernando Tola y Carmen Dragonetti |
En la transparencia (vaiśāradya)
de (la) samāpatti sin
análisis de objeto sutil (nirvicāra) (se da) la quietud (prasāda)
interior (adhyātma) |
Emilio García Buendía |
En la claridad (del estado de identidad
sobre objetos sutiles) sin análisis (se alcanza) la serenidad interna |
Oscar Pujol |
Cuando la “absorción
sutil no discursiva”
alcanza su grado máximo de pureza, surge la transparencia del alma |
Shriram Lele |
Adquiriendo habilidad o destreza en
lograr un estado mental más allá de los pensamientos, se desarrolla pureza y
lucidez en los instrumentos internos del intelecto. |
Chip Hartranft |
En la lucidez de la contemplación
fusionada sin reflexión, se percibe con claridad la naturaleza del yo |
Vocabulario
nirvicāra-vaiśāradye adhyātma-prasādaḥ
adhyātma-prasādaḥ (la claridad del ser interior) nirvicāra-vaiśāradye (en la transparencia sin asociaciones sutiles)
nirvicāra-: ultrarreflexivo,
sin argumentación sobre objeto sutil, sin
asociaciones mentales sutiles (opuesto a savicāra).
vaiśāradya
(vaiśāradye): (m, loc, sg) en la infalibilidad,
claridad intelectual, transparencia, pureza o lucidez; 1) en la claridad otoñal, propia del
cielo del Norte de la India en dicha estación.
—Esta palabra (vaiśāradya) se refiere a aquel estado de la mente en el
cual, en un acto de conocimiento intuitivo, capta integral y simultáneamente
todo el objeto en toda su verdad, sin que entre el objeto y la mente se
interpongan las palabras y los vikalpas y, por eso mismo, sin que la mente lleve a cabo ningún acto de
conocimiento normal, necesariamente parcial, superficial e impuro por la
intromisión de las palabras y de los vikalpas (Tola y Dragonetti, "Yogasutras de
Patañjali").
—En
la cima de la identificación ultrarreflexiva con objeto sutil la conciencia
logra la más elevada lucidez. Patañjali
compara este estado con el brillo del cielo otoñal del Norte de
adhyātma-: el ser interior; 1) se asimila al si-mismo-esencial (puruṣa), al observador o sujeto de las experiencias (draṣṭā), a la esencia de lo real (ātman) y a la conciencia-energía o poder que subyace a la
conciencia (citiśakti).
prasāda (prasādaḥ): (m, nom, sg)
1) estabilización,
pacificación;
2) la claridad, el estado de paz, la serenidad perfecta.
—Esta palabra (prasāda) se refiere a la quietud, calma, inactividad
en que la mente se encuentra sumida, una vez posesionada de la samāpatti sin vicāra. Además de la quietud intelectual, se da
asimismo una quietud de carácter emocional. De ahí que la serenidad sea una
característica del yogui sumergido en una meditación intensa (Tola y
Dragonetti, "Yogasutras de Patañjali" pag 224).
—Prasāda puede
significar "claridad" y "tranquilidad", además de
"gracia"; en el sentido de claridad o tranquilidad, se incluye a
veces en yama. Aquí, la claridad del ser interior (adhyātmaprasāda) se dice que resulta de la lucidez
suprarreflexiva (nirvicāravaiśāradya), un elevado nivel de experiencia enstática.
Así, prasāda es contemplada a veces como uno de los "signos" (indicadores
de los estados internos, o posibilidades) (cihna) (Feuerstein, George "Encyclopedic
Dictionary of Yoga").
Vyāsa
— Yoga-Bhāṣya
(s. V.)
Cuando la pureza (sattva) del
intelecto, cuya naturaleza es luz, se libera de la actividad (rajas)
y la estabilidad (tamas), y tiene
un discurrir puro y firme, sin ninguna contaminación o impureza que la oculte,
eso es la transparencia sin asociaciones sutiles (del nirvicārasamāpatti).
—Nirvicāravaiśāradya (lucidez suprarreflexiva) es la culminación del nirvicārasamāpatti y se da junto al estado de claridad perfecta del ser interior (adhyātmaprasāda) (Feuerstein, George "Encyclopedic Dictionary of Yoga").
1.47(51): yadā nivicārasya
samādhervaiśāradyam-idaṃ jāyate tadā yogino
bhavaty-adhy-ātma-prasādo bhūtārtha-viṣayaḥ
kramānanurodhī sphuṭaḥ
prajñā-lokaḥ |
Cuando surge esta transparencia más allá del
conocimiento (en el nirvicārasamāpatti), el yogui logra una firme
paz interior que se transforma en la luz más brillante y luminosa de
conocimiento instantáneo acerca del objeto en su auténtica naturaleza, es
decir, sin secuencia temporal y en todos sus aspectos.
—Este sūtra nos dice que el último logro se alcanza con la perfección
en nirvicārasamāpatti y se define ahora como adhyātmaprasāda. Encontramos la palabra prasâda unos pocos sūtras antes, donde se presentaba cittaprasāda, la serenidad de la mente, como una
alternativa a cittavikṣepā, la dispersión de los procesos
mentales. El término adhyātma se encuentra en el Bhagavadgītā y en los Upaniṣads,
pero de forma más significativa en los debates del Mahābhārata sobre
Sāṃkhya, donde el conocimiento del ātman, el ser auténtico, se designa como la
ciencia de adhyātma. Aquí, entonces, podríamos asumir que adhyātmaprasāda indica la absoluta serenidad que se
adquiere mediante la realización de ātman (Sutton,
Nicholas "The Yoga Sutras: A new Translation and Study Guide", pag.
58-59).
—Vyāsa parafrasea esta condición enstática como bhūtārtha-viṣayaḥ
kramānanurodhī sphuṭaḥ prajñā-lokaḥ o 'el destello de la gnosis completa
(sphuṭa), no conforme a [la ley de] secuencia
[y teniendo como sus] objetos las cosas en sí mismas'. En esta culminación del
proceso estático de involución, no quedan pratyayas o "ideas presentadas"
específicas. Simplemente hay una conciencia genérica de la esencia del objeto
pretendido. Todos los actos noéticos de tipo supracognitivo (por ejemplo, vitarka, etc.) están suspendidos. Patañjali
ni siquiera menciona la presencia de ānanda (meta-dicha) o asmita (meta-subjetividad) en este estado,
aunque ello no implica necesariamente su ausencia real. Se dice que la
iluminación gnóstica que ocurre en esta etapa culminante no tiene desarrollo.
Es, como dice Vācaspati Miśra (1.47), "simultáneo" (yugapad), un conocimiento atemporal que tiene
como característica esencial que es "portador de la verdad" (ṛtaṃ-bhara). En otras palabras, si se recuerdan
los matices arcaicos del concepto de ṛta, es un reflejo del orden y la armonía
universales. Este elevado estado enstático se compara con la claridad del cielo
otoñal tan típico del norte de la India (Feuerstein,
Georg "The Philosophy of Classical Yoga", pag. 92).
1.47(51): tathā coktam – prajñā-prasādam-āruhya aśocyaḥ śocato
janān | bhūmiṣṭhān-iva
śailasthaḥ sarvān-prājño'nupaśyati ||47||
En este sentido, se ha afirmado: “igual que la persona que ha subido la montaña
contempla a los que se encuentran en el valle (bhūmiṣṭhā), el
yogui que ha logrado la inalterable paz interior y se ha liberado del dolor,
contempla el sufrimiento de los demás seres”.
—Esta
es una metáfora popular que se encuentra en el Mahābhārata
(XII.17.19; cf. Versión Bengalí 151.11), el Dhammapada (28), el Mahāvagga
(I.5, 7), el Milinda-Pañha (387) y el Ahirbudhnya-Saṃhitā (XV.71-72)
(Feuerstein, Georg
"The Philosophy of Classical Yoga", pag. 93).
—Según
Vyāsa, la claridad (prasāda) en
discusión revela las cosas “tal
como son” (bhūtārtha). Para dilucidar su
afirmación, cita un dicho que asemeja esta claridad a la visión lúcida desde lo
alto de una montaña. Desde la cima de su colina (interior), explica el Bhāṣya-kāra,
el yogui aśocya
(libre de sufrimiento) está en posición de ver a aquellos que todavía están
"allá abajo" como sufriendo (śocya).
Por lo tanto, adhyātma-prasāda (claridad que emana del yo
interior) se presenta como una perspectiva “desde
arriba”, o como la mirada de un yogui
que ya no está involucrado ni determinado por la experiencia fenoménica o
mundana. Es una perspectiva que revela el reino fenoménico “tal como es”, es decir, entremezclado con śoka o sufrimiento.
Vācaspatimiśra aclara que adhyātma-prasāda no
tiene al yo (ātman)
como su objeto (viṣaya),
sino como su sustrato o base (ādhāra).
Por lo tanto, no es la claridad lo que revela el ser, es decir a puruṣa, sino la claridad de la que puruṣa es la fuente. El Vivaraṇa-kāra
y Vijñānabhikṣu sugieren que es claridad con respecto a la
distinción entre puruṣa y prakṛti, o puruṣa-prakṛti-viveka como
dice este último. Es decir que ver a prakṛti “tal como es”, es verlo como diferente de, o
no esencialmente entrelazado con puruṣa. Prajñā, entonces, es un tipo especial
de conocimiento facilitado por la claridad que emana de puruṣa. Lo que estoy tratando de
sugerir es que, dado que puruṣa
siempre está ahí como núcleo interno de la persona humana y como "origen
de la conciencia", ya sea reconocido o no, cubierto por nubes de avidyā o revelado a través del
proceso yóguico; la claridad o prasāda que
se origina en él también está ahí, disponible, “esperando” ser revelada. El mismo
Patañjali habla del proceso del yoga en términos de prakāśa āvaraṇa-kṣaya, o “eliminación del velo que oculta
la luz interior”. Los comentaristas de
Patañjali, como veremos, retratan a ṛtam-bharā
prajñā como para-pratyakṣa o “percepción superior”. Mi argumento es que el prajñā “portador
de la verdad” está implícito en todos los
casos de pratyakṣa
ordinario; que es una capa más profunda de percepción, comúnmente invisible o
no puesta en práctica. Como tal, está “presente
en su ausencia” o “acompañando en silencio” cada acto de percepción, para
ser desvelado a medida que se “libera” la luz del yo interior (Raveh,
Daniel “Expolring
The Yoga Sutras. Philosophy and Translation", pag 63).
Bhoja —
Rāja-Mārtanda (1018-1060)
||1.47|| nirvicāratvaṅ vyākhyātam.
vaiśāradyaṅ nairmalyam. savitarkāṅ sthūlaviṣayāmapēkṣya
nirvitarkāyāḥ prādhānyam. tatō.pi sūkṣmaviṣayāyāḥ
savicārāyāḥ, tatō.pi nirvikalparūpāyā
nirvicārāyāḥ tasyāstu nirvicārāyāḥ
prakṛṣṭābhyāsavaśādvaiśāradyē
nairmalyē satyadhyātmaprasādaḥ samupajāyatē.
cittaṅ klēśavāsanārahitaṅ sthitipravāha
yōgyaṅ bhavati. ētadēva cittasya vaiśāradyaṅ
yatsthitau dārḍhyam.
Lo carente de asociaciones sobre objeto sutil ha sido ya
explicado. La madurez o pureza es la ausencia de imperfecciones. El estado
contemplativo sin asociaciones verbales es superior al que tiene asociaciones;
superior al estado sin asociaciones verbales es el que tiene asociaciones con
un objeto sutil; y superior a éste es el que carece de asociaciones sutiles,
cuya forma propia es la carencia absoluta de asociaciones. Del dominio obtenido
mediante el notable ejercitamiento con respecto de este estado contemplativo carente
de actividad asociativa, al darse la madurez o pureza, que es ausencia de
imperfecciones, surge la serena claridad del “sí-mismo-esencial”. La mente, libre de imperfecciones naturales y de
impresiones residuales, se vuelve apta para mantener un curso constante. Esta
es la madurez de la mente, que es firmeza en lo ya establecido.
© Yogadarshana – Yoga y
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