Yoga Sūtras

Aforismos sobre Yoga de Patañjali

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Actualizado: agosto, 2022

Pātañjalayogaśāstra (viśeṣāviśeṣaliṅgamātrāliṅgāni guṇaparvāṇi)

84. El siguiente sūtra se establece para determinar las diferentes formas de los guṇas que conforman dṛśya. Los guṇas se manifiestan en cuatro niveles: viśeṣa, aviśeṣa, liṅgamātra y aliṅga. De estos cuatro, ākāśa, vāyu, agni, udaka y bhūmi, son los viśeṣas, los bhūtas, de los tanmātras, es decir de śabda, sparśa, rūpa, rasa y gandha, respectivamente. De forma similar, los buddhīndriyas son: oídos, piel, ojos, lengua y nariz; y los karmendriyas son: aparato fonador, manos, pies, aparato excretor y aparato reproductor. El onceavo viśeṣa es el manas omniobjetivo. Estos son los viśeṣas que derivan de asmitā. Estos son los viśeṣas de los guṇas.

8485.          Los aviśeṣas son seis: los cinco tanmātras, es decir, śabda, sparśa, rūpa, rasa y gandha, que tienen respectivamente de una a cinco características concretas, y el sexto, asmitāmātra.

85. Lo que se halla por encima de los aviśeṣas es la esencia de liṅgamātra; es mahattattva, sattāmātra. Estos aviśeṣas, experimentan así el límite de su desarrollo.

8586.          Y siguiendo con el proceso inverso de disolución, con origen en mahattattva, en sattāmātra, se disuelven en el inconcebible pradhāna, en aliṅga, en lo cual ha desaparecido la existencia y la inexistencia, lo real y lo irreal.

86. Aliṅga es la primera transformación de los guṇas en forma desnuda, y sus propias transformaciones sin forma no tienen ni ser ni no ser. Aliṅga no cumple ningún objetivo para puruṣa, pues en ese estado no se sabe que puruṣa es su causa. Por tanto, que puruṣa tenga un objetivo no es su causa. Por ese motivo aliṅga se considera eterno. Pero los tres estados determinados están causados en dependencia de puruṣa. Estos estados se consideran impermanentes, al ser sus objetos y actuar como causa eficiente. Pero los guṇas, conformando todas las cualidades, ni perecen ni son producidos. Las manifestaciones pasadas y futuras, en continuo devenir, que acompañan a los guṇas, les hacen aparecer como poseedores de propiedades, como algo que ha sido ocasionado y que al final perecerá. Es como cuando se dice: !Devadatta se empobrece! ¿Por qué? “Porque sus vacas están muriendo”. Es únicamente a raíz de la muerte de las vacas que él se empobrece, y no a que haya padecido pérdida alguna él mismo; esto se aplica de forma paralela. Liṅgamātra sigue a aliṅga, y sus diferenciaciones no se apartan de la secuencia en desarrollo. De igual forma, los seis aviśeṣas existen en liṅgamātra y se diferencian fuera de él, sujetos a la correspondiente secuencia de cambio;

8687.          asimismo, de éstos se forman los bhūtas y los indriyas,

87. tal como se ha explicado. No hay tattvas más allá de los viśeṣas. No hay más pariṇāmas en otros tattvas más allá de los viśeṣas. Sus pariṇāmas a partir de dharma, lakṣaṇa y avasthā se explicarán más adelante.

 

Vyāsa — Yoga-Bhāṣya (s. V.)

2.19(84): dṛśyānāṃ tu guṇānāṃ svarūpa-bhedāvadhāraṇārtham idam ārabhyate—

El siguiente sūtra se establece para determinar las diferentes formas de los guṇas que conforman “lo-que-es-observado”.

—No se deben confundir los cuatro “niveles” en que se manifiestan los guṇas con las series ontogenéticas. Parece que el modelo de cuatro niveles de Patañjali es una visión estructural del universo constituido por los constituyentes primarios (guṇas), y esto no explica el proceso evolutivo real en el que las categorías ónticas del individuo (tattvas) emergen del fundamento material. De hecho, Patañjali no se refiere a la evolución de los tattvas en absoluto y solo menciona de pasada las categorías emergentes de la existencia, tales como los elementos, los sentidos y la mente. El término buddhi parece que se utiliza solo en el sentido de “cognición”. Ahaṃkāra (lit. “hacedor”) es reemplazado probablemente por asmitā (lit. “soy-dad”) y, de forma significativa, los tanmātras no son mencionados en ninguna parte (Feuerstein, Georg "The Philosophy of Classical Yoga").

 

विशेषाविशेषलिङ्गमात्रालिङ्गानि गुणपर्वाणि॥१९॥

viśeṣāviśeṣaliṅgamātrāliṅgāni guṇaparvāṇi ||19||

Los constituyentes primarios de la naturaleza [se manifiestan] en [cuatro] niveles: lo indeterminado, la [primera] determinación, lo genérico y lo concreto

(Traducción propia)

(Otras traducciones)

Vyaas Houston

Las fases de los guṇas–fuerzas primarias de la creación, son lo particularizado (visible), lo imparticularizado (atómico), el liṅga–el único designado (la primera manifestación) y el aliṅga–lo inmanifestado (prakti-la materia primera)

Georg Feuerstein

Los niveles de los constituyentes (guṇas) [de la Naturaleza] son lo Particularizado, lo Imparticularizado, lo Diferenciado y lo Indiferenciado

Christopher Chapple y Yogi Ananda Viraj

Lo distinto, lo indistinto, lo designado y lo inmanifiesto son las divisiones de los guṇas

P. V. Karambelkar

Las sucesivas etapas de desarrollo, claramente separadas una de otra, de los (tres) guṇas son viśeṣa (particularizado), aviśeṣa (no particularizado), liṅga (mera forma simbólica) (y) aliṅga (lo carente de símbolos)

James Haughton Woods

[Las formas] particularizada e imparticularizada, lo resoluble solo [en la materia primera] y la irresoluble-materia-primera —son las divisiones de los aspectos (guṇas)

Pandit Usharbudh Arya

Lo particularizado, lo imparticularizado, el único designado y la materia sin designar son los segmentos de los guṇas

Emilio García Buendía

Los niveles de los constituyentes de la naturaleza (son) lo diferenciado, lo indiferenciado, la materia que tiene cierta marca y la que carece de marca

Oscar Pujol

Las líneas de fractura de los constituyentes [de la Naturaleza] son: lo específico, lo inespecífico, el signo puro y lo que está más allá de todo signo

Chip Hartranft

Todas las clases de seres —indiferenciados, diferenciados, indistintos y distintos— son las manifestaciones de las cualidades fundamentales de la naturaleza

 

Vocabulario

viśeṣa-aviśeṣa-liṅga-mātra-aliṅgāni guṇa-parvāṇi

guṇa-parvāṇi (los niveles de los constituyentes primarios de la naturaleza son) viśeṣa-aviśeṣa-liṅga-mātra-aliṅgāni (lo indeterminado, lo determinado, lo genérico y lo concreto)

 

viśeṣa-: 1) particular, determinado, concreto, diferenciado, manifestado; 2) actualización evolutiva terciaria a partir de aviśeṣa, compuesta de manas, los diez indriyas y los cinco bhūtas.

aviśeṣa-: 1) indistinto; inconcreto, indiferenciado o sutil, genérico; 2) actualización evolutiva secundaria a partir de liṅgamātra, compuesta de asmitāmātra y los cinco tanmātras; 3) contrario de viśeṣa.

liṅga-: signo, marca, característica, carácter, lo móvil, lo diferenciado.

mātra-: 1) solamente, nada más que, 2) puro, neto.

liṅgamātra-: lo que se mueve o diferencia, lo específico; 1) actualización evolutiva primaria a partir de aliṅga, compuesta por el principio general de individualidad, es decir, la pura conciencia de existencia (asmitāmātra), identificable con el intelecto (buddhi).

aliṅga (aliṅgāni): (n, nom, pl) indiferenciado, no designado, ausencia de marcas definidas; 1) indeterminado, sin marcas, es decir, carente de signos distintivos; 2) se identifica con la fuente de la manifestación (pradhāna), la materia primordial (prakṛti), la “sustancia” permanente (dharmin) en todas las cosas y lo inmanifestado (avyakta).

guṇa-: constituyente primario, cada uno de los tres elementos fundamentales de la materia (prakti).

parvan (parvāṇi): (n, nom, pl) divisiones, articulaciones, niveles, secciones.

—En este caso se prefiere traducir esta palabra como “nivel”. En sánscrito existe otra palabra para designar las partes, etapas de algo que es aṅga por lo que se podría pensar que parvan y aṅga son sinónimos lo cual, en este caso, no sería exacto. Una tarta podemos dividirla en partes (aṅga) pero también podemos decir que la realidad tiene diversos niveles (parvan). En este sūtra, como se está hablando del proceso evolutivo de la substancia material (prakṛti) parece más correcto traducirlo como “nivel” dado que se alude a las diversas etapas o niveles de evolución no a partes o subdivisiones de algo. Son los elementos primordiales de la realidad, los llamados guṇas, de lo que está formada la sustancia material (prakṛti) y son ellos los que evolucionan formando diversos niveles, etapas, estadios, etc. que se describen en este sūtra (García Buendía, Emilio “El yoga como sistema filosófico, pag 296-297”).

 

Vyāsa — Yoga-Bhāṣya (s. V.)

2.19(84): tatrākāśa-vāyv-agny-udaka-bhūmayo bhūtāni śabda-sparśa-rūpa-rasa-gandha-tanmātrāṇām aviśeṣāṇāṃ viśeṣāḥ |

De estos (cuatro), espacio, aire, fuego, agua y tierra, son las (modificaciones) concretas (bhūtas) de los elementos potenciales (tanmātras), (es decir) del sonido, tacto, forma, gusto y olfato (respectivamente).

2.19(84): tathā śrotra-tvak-cakṣur-jihvā-ghrāṇāni buddhīndriyāṇi | vāk-pāṇi-pāda-pāyūpasthāni karmendriyāṇi | ekādaśaṃ manaḥ sarvārtham | ity etāny asmitā-lakṣaṇasyāviśeṣasya viśeṣāḥ |

De forma similar, los órganos de conocimiento son: oídos, piel, ojos, lengua y nariz; y los relacionados con la acción son: aparato fonador, manos, pies, aparato excretor y aparato reproductor. La onceava (modificación concreta) es la mente omni-objetiva (sarvārtha). Estas son las (modificaciones) concretas (viśeṣas) (que derivan) de la conciencia sutil de existencia individual (asmitā).

2.19(84): guṇānām eṣa ṣoḍaśako viśeṣa-pariṇāmaḥ |

Estas son las dieciséis modificaciones concretas (viśeṣas) de los guṇas.

2.19(8485): ṣaḍ aviśeṣāḥ | tad yathā—śabda-tanmātraṃ, sparśa-tanmātraṃ, rūpa-tanmātraṃ, rasa-tanmātraṃ, gandha-tanmātraṃ cety eka-dvi-tri-catuṣ-pañca-lakṣaṇāḥ śabdādayaḥ pañcāviśeṣāḥ, ṣaṣṭhaś cāviśeṣosmitā-mātra iti |

Las (modificaciones) no específicas o genéricas (aviśeṣas) son seis: los cinco elementos potenciales (tanmātras), es decir, sonido, tacto, forma, gusto y olfato, que tienen respectivamente de una a cinco características concretas, y la sexta (modificación sutil), la conciencia de existencia individual (asmitāmātra).

2.19(85): ete sattā-mātrasyātmano mahataḥ ṣad-aviśeṣa-pariṇāmāḥ | yat tat param aviśeṣebhyo liṅga-mātraṃ mahat-tattvaṃ tasminn ete, sattā-mātre mahaty ātmany avasthāya vivṛddhi-kāṣṭhām anubhavanti |

Lo que se halla por encima de las (modificaciones) sutiles es el substratum de (todo lo que soporta) características (liṅgamātra), el gran principio (mahattattva), la esencia pura (sattāmātra). Estas (modificaciones sutiles), experimentan (así) el límite de su desarrollo.

2.19(8586): pratisaṃmṛjyamānāś ca tasminn eva sattā-mātre mahaty ātmany avasthāya yat tan niḥsattā-sattaṃ niḥsadasan-nirasad-avyaktam aliṅgaṃ pradhānaṃ tat pratiyantīti |

Y (siguiendo con) el proceso inverso (de disolución), con origen en ese gran principio, en la esencia pura, se disuelven en la inconcebible causa primera (pradhāna), en lo indeterminado (aliṅga), en lo cual ha desaparecido la existencia y la inexistencia (niḥsattāsattam), lo real y lo irreal (niḥsadasat).

2.19(86): eṣa teṣāṃ liṅga-mātraḥ pariṇāmaḥ | niḥsattā’sattaṃ cāliṅga-pariṇāma iti |

Lo indeterminado es (la primera) transformación (de los guṇas) en forma desnuda, y sus propias transformaciones sin forma no tienen ni ser ni no ser.

—La palabra guṇa en la metafísica del sāṃkhyayoga se identifica con la última e irreducible realidad del cosmos manifiesto y puede decirse que se asemeja a la energía cuántica de los modernos físicos nucleares. Se trata de los constituyentes primarios de todos los fenómenos materiales y mentales. Pueden considerarse como tres fases dentro del mismo campo homogéneo del universo las cuales, con su mezcla, producen toda la estructura del cosmos (Feuerstein, George "Textbook of Yoga").

La dinámica de la evolución cósmica o creación se debe a la tensión inherente en la esencia inmanifestada del mundo, que puede comprenderse como un vasto campo de energía universal estructurado en tres diferentes potencialidades de energía conocidas como guṇas. De la misma forma que hoy en día existe la tendencia de reducir todos los fenómenos de forma analítica a átomos, también el yogui considera que la totalidad del mundo es la manifestación de tres tipos de fuerzas que constituyen el campo de energía de prakṛti. Aunque las intuiciones de los actuales físicos nucleares pueden ayudarnos a comprender mejor esta difícil noción yóguica, sin embargo no hay que caer en el error de identificar los guṇas con nuestros átomos o con partículas subatómicas. Estos dos conceptos son análogos, no homólogos. Otro error común es considerar los guṇas como “ingredientes” o “partes” de prakṛti. Puesto que se afirma claramente que son aliṅga, tienen que ser indivisibles. Los guṇas son prakṛti (Feuerstein, Georg "The Yoga-Sūtra of Patañjali").

—Los guṇas pueden ser contemplados como los últimos bloques de construcción de los fenómenos mentales y materiales en toda su integridad. No se trata simplemente de cualidades o propiedades, sino de entidades reales y, como tales, no distintas del mundo mismo. Son los átomos indivisibles de todo lo que hay, a excepción del si-mismo-esencial (puruṣa), que es por definición nirguṇa. Los guṇas son la base de toda apariencia y el fundamento material en su forma noumenal (Feuerstein, Georg "The Philosophy of Classical Yoga").

—La palabra guṇa ofrece, según Dasgupta, tres interpretaciones: (i) son las entidades que con sus varias modificaciones se manifiestan a sí mismas como "cualidades"; (ii) son como "ataduras", pues por ellas el alma se encadena como si fuera materia y pensamiento; (iii) son "no-primario", como cosas de importancia secundaria porque, aunque permanecen indestructibles, continuamente sufren modificaciones y cambios por sus mutuos agrupamientos y reagrupamientos y no son primaria e inalterablemente constantes como el alma (Moreno Lara, Xavier "El Yoga clásico").

2.19(86): aliṅgāvasthāyāṃ na puruṣārtho hetuḥ | nāliṅgāvasthāyām ādau puruṣārthatā kāraṇaṃ bhavatīti |

El estado indeterminado no cumple ningún objetivo para puruṣa; pues en ese estado no se sabe que puruṣa es su causa.

2.19(86): na tasyāḥ puruṣārthatā kāraṇaṃ bhavati |

Por tanto, que puruṣa tenga un objetivo no es su causa.

2.19(86): nāsau puruṣārtha-kṛteti nityākhyāyate |

Por ese motivo (lo indeterminado) se considera eterno.

2.19(86): trayāṇāṃ tv avasthā-viśeṣāṇām ādau puruṣārthatā kāraṇaṃ bhavati |

Pero los tres estados determinados están causados en dependencia de puruṣa.

2.19(86): sa cārtho hetur nimittaṃ kāraṇaṃ bhavatīty anityākhyāyate |

Estos estados se consideran impermanentes, al ser sus objetos y actuar como causa eficiente (nimitta).

2.19(86): guṇās tu sarva-dharmānupātino na pratyastamayante nopajāyante |

Pero los guṇas, conformando todas las cualidades, ni perecen ni son producidos.

2.19(86): vyaktibhir evātītān āgata-vyayāgamavatībhir guṇānvayinībhir upajananāpāya-dharmakā iva pratyavabhāsante |

Las manifestaciones pasadas y futuras, en continuo devenir, que acompañan a los guṇas, les hacen aparecer como poseedores de propiedades, como algo que ha sido ocasionado y que al final perecerá.

2.19(86): yathā devadatto daridrāti |

Es como cuando se dice: "!Devadatta se empobrece!".

2.19(86): kasmāt? yato’sya mriyante gāva iti | gavām eva maraṇāt tasya daridratā na svarūpahānād iti samaḥ samādhiḥ |

¿Por qué? “Porque sus vacas están muriendo”. Es únicamente a raíz de la muerte de las vacas que él se empobrece, y no a que haya padecido pérdida alguna él mismo; esto se aplica de forma paralela.

2.19(86): liṅga-mātram aliṅgasya pratyāsannaṃ, tatra tat-saṃsṛṣṭaṃ vivicyate kramānativṛtteḥ |

La primera determinación (liṅgamātra) sigue a lo indeterminado (aliṅga), y sus diferenciaciones no se apartan de la secuencia en desarrollo.

2.19(86): tathā ṣaḍ aviśeṣā liṅga-mātre saṃsṛṣṭā vivicyante | pariṇāma-krama-niyamāt |

De igual forma, las seis (modificaciones) sutiles existen en lo determinado y se diferencian fuera de él (del gran principio), sujetas a la correspondiente secuencia de cambio;

La multitud de fenómenos, ya pertenezcan a la dimensión sutil o a la realidad visible de la naturaleza, se entienden como transformaciones reales (pariṇāma) de un único principio que se encuentra más allá del universo conocido, entrelazado por el espacio y el tiempo. Este punto de vista tiene el nombre técnico de prakṛtipariṇāmavāda. Se vincula a una teoría concreta de causación, según la cual el efecto ya existe en su causa, también conocida como doctrina satkārya, que tiene su paralelismo actual en las teorías sobre potencialidades y estructuras profundas (Feuerstein, Georg "The Yoga-Sūtra of Patañjali") (IV.12).

2.19(8687): tathā teṣv aviśeṣeṣu bhūtendriyāṇi saṃsṛṣṭāni vivicyante |

asimismo, de éstas se forman los elementos y los órganos de los sentidos,

2.19(87): tathā coktaṃ purastāt |

tal como se ha explicado.

Los viśeṣas son substancias que se han especializado al máximo con objeto de permitir la evolución de substancias con otro grado de existencia completamente distinto. Con ellos se finaliza toda emanación. Los aviśeṣas o emanaciones ligeramente especializadas son aquellas que siendo ellas mismas emanaciones permiten otras emanaciones de sí mismas. Por tanto, mahat, ahaṃkāra y los cinco tanmātras son emanaciones, además de fuente de otras emanaciones. Mahat, sin embargo, aunque sin duda es aviśeṣa, se denomina también con el nombre técnico de liṅga o signo, pues a partir del estado de mahat, se puede inferir prakṛti, de quien ha emanado. Prakṛti, sin embargo, que no ha emanado de otro estado, se denomina aliṅga o lo que no es un signo para la existencia de cualquier otro estado anterior. En cierto sentido, todas las emanaciones pueden denominarse liṅgas o estados de existencia que permiten inferir directamente las causas a partir de las cuales han emanado. Así, los cinco elementos groseros pueden denominarse los liṅga de los tanmātras, éstos del ego, y éste de mahat. Pero el término técnico liṅga se reserva para mahat, a partir del cual se puede inferir aliṅga o prakṛti. Esta prakṛti, por tanto, es un estado eterno que en sí mismo no es una emanación de algo sino la base y fuente de cualquier otra emanación. Buddhi se denomina de distintas formas: mahat, asmitāmātra, manas, sattva, buddhi y liṅga, de acuerdo a los aspectos desde los cuales se considere este estado. Mahat es el objeto más universal que se puede concebir y la fuente común de la cual surge todo lo demás (Dasgupta, Surendranath “Yoga as Philosophy and Religion”, pag 41-42, 51).

A partir de lo “inmanifiesto” emerge el puro “diferenciador”, o liṅgamātra, como primer principio cósmico o nivel de existencia manifiesta. Este es el nivel de la manifestación cósmica previo a la mezcla de objetos específicos. Vyāsa lo identifica con el “gran principio” (mahattattva), cuya naturaleza es “esencia pura” (sattāmātra). Vācaspati Miśra también se refiere al liṅgamātra como al “gran principio”. A continuación de liṅgamātra se halla lo “no particularizado” (aviśeṣa) compuesto de seis categorías, es decir, de cinco elementos sutiles o potenciales (tanmātras, lit. “sólo eso”) y el principio de individualidad (asmitāmātra) o pura “soy-dad”. Mientras que, en un contexto cosmológico, liṅgamātra es una categoría de la cual nada puede afirmarse excepto que existe —el primer signo que proporciona prakṛti de su existencia— asmitāmātra, en palabras de G. Koelman, “diferencia y pluraliza lo indeterminado y el principio universal de esencia pura (sattāmātra) en numerosos centros de referencia y fuentes de iniciativa”. Koelman continúa: “estos centros de referencia  constituyen, por decirlo así, distintos núcleos dentro de prakṛti, de tal forma que surgen diferentes suposiciones, subjetivaciones o numéricamente distintas unidades de centralización adaptadas a las necesidades de cada si-mismo concreto. Esta suposición es lo suficientemente estable como para ser considerada una entidad substancial, un tattva o dravya. Asmitāmātra es el principio y agente que despliega el substrato primario entre sujeto y objetos en forma de línea bifurcada de desarrollo y trasformación. Se corresponde con la noción de ahaṃkāra (“hacedor” o sentimiento de sí mismo) de Īśvara Kṛṣṇa. El autor del Yuktidīpikā afirma equivocadamente que Patañjali no considera ahaṃkāra como un principio aparte y lo incluye en mahat. Igual que con el principio sāṃkhya de ahaṃkāra, asmitāmātra produce los mundos objetivo y subjetivo. Es el pozo común de todos los si-mismos empíricos individualizados el cual, de acuerdo con el sistema sāṃkhya, es el diferenciador cósmico entre sujeto y objeto; ahaṃkāra es la conciencia de sí mismo (abhimāna) que da lugar al sentimiento humano de “yo soy” (Witcher, Ian "The Integrity of the Yoga Darshana", pag. 66-67).

A partir de asmitāmātra (“individuación”), que sigue a mahat, se desarrolla el mundo objetivo y subjetivo (cf. SK 24). Asmitāmātra es el principio que diferencia la unidad cósmica (mahat o buddhi, donde se origina la aflicción de asmitā) distinguiendo entre el sujeto que capta y el objeto captado. Mahat es el principio cósmico de unificación, de pura esencia cósmica (sattāmātra). S. Chennakesavan observa: “Mahat (el Grande, o buddhi) es el último límite, en orden ascendente, hasta el cual se diferencia lo objetivo de lo subjetivo. O, en otras palabras, en este estado de evolución (creación) aún no han emergido los aspectos objetivo y subjetivo de la experiencia”... Asmitāmātra (ahaṃkāra) lo experimento como mi ego, la conciencia individual y personal creada (nirmāṇacitta), cuando me identifico con ella. Este modificado y egoísta sentido de sí mismo puede disolverse o purificarse a través del Yoga en su fuente cósmica, mahat, donde la comprensión de la mismidad se transforma y expande en “soy-dad” cósmica. A esta experiencia se refiere el YS I.17 con el asmitāsamādhi (Witcher, Ian "The Integrity of the Yoga Darshana", pag. 70-71).

Aliṅga es la esencia del universo primordial, lo cual es pura potencialidad. Liṅgamātra se refiere al primer principio "nacido", también conocido como asmitāmātra o "personalidad" en el contexto psicológico. De él evolucionan las cinco clases de finas estructuras (tanmātra), las cuales producen a su vez once tipos de sentidos, por un lado, y cinco clases de elementos (bhūta), por otro (Feuerstein, George "Textbook of Yoga").

De forma general, los Yoga-Sūtra distinguen cuatro fases o niveles principales de existencia: (i) aliṅga (lo indeterminado): la esencia trascendental del mundo, que es un estado de pura potencialidad, denominado también pradhāna (lit. “base, cimiento, fundación”); (ii) liṅgamātra (lo determinado): la primera manifestación del mundo; (iii) aviśeṣa (lo sutil): la segunda manifestación, emergiendo de lo determinado y comprendiendo las categorías de asmitāmātra (conciencia de individualidad) y los cinco tanmātra (potencias sensoriales); (iv) viśeṣa (lo concreto): la manifestación tercera, evolucionando desde lo inconcreto y comprendiendo las categorías de manas (intelecto), órganos de los sentidos (indriya) y los cinco elementos materiales (bhūta). Mientras que los tres primeros niveles constituyen la dimensión sutil (sūkṣma) de la naturaleza, el último nivel es el día a día de la realidad empírica (Feuerstein, Georg "The Yoga-Sūtra of Patañjali").

Liṅga o cuerpo sutil, se compone de los trece instrumentos de conocimiento (karmendriya, buddhendriya, manas, ahaṃkāra y buddhi) más los cinco elementos o tanmātras. Liṅga es un cuerpo trascendente que carga con el peso de las acciones realizadas y vagabundea a través de sucesivas existencias tomando distintos cuerpos sólidos (sthūladeha) (Font, J.G. "Dioses, ideas y símbolos de la India").

—El liṅgaśarīra, sūkṣmaśarīra o cuerpo sutil, se identifica con la suma de vijñānamayakośa (envoltura de la conciencia), manomayakośa (envoltura de la mente) y prāṇamayakośa (envoltura de la energía). Es el órgano mental formado por: (i) bāhyakārana, órgano mental exterior o sensibilidad, dividido a su vez en indriyas, u órganos de los sentidos, y tanmātras, u objetos suprasensibles; (ii) antaḥkaraṇa, órgano mental interior compuesto de manas, ahaṃkāra y buddhi, según el sāṃkhya; de manas, ahaṃkāra, buddhi y citta, según el vedānta; y de citta, según el Yoga (Ballesteros Arranz, Ernesto "Antahkārana").

—Los elementos diferenciados (viśeṣas, totalmente modificados) son los últimos elementos de la evolución primaria, incapaces de dar origen a otros principios básicos. Son dieciséis: los cinco elementos groseros, los diez sentidos y la mente. Los indiferenciados (aviśeṣas, levemente modificados), aun siendo el resultado de una evolución anterior, tienen capacidad de dar origen a otros principios. Son seis: el ego y los cinco elementos sutiles. Más allá de los elementos diferenciados e indiferenciados encontramos a buddhi. En realidad, buddhi es la primera evolución de la materia y, a su vez, madre de todos los desarrollos ulteriores y podría ser incluida en la segunda categoría, pero se la denomina "el mero disoluble", señal (liṅga) de la entidad indisoluble. Ella se presenta, en tanto que la primera manifestación de la evolución, como la prueba existencial de una entidad más honda de la cual procede, el signo de la naturaleza universal (prakṛti) en estado de equilibrio. Se la llama disoluble también porque, permaneciendo en ella, a través de ella, todos los elementos mencionados se disuelven en la fuente primaria de la cual han brotado. La prakṛti primera no es señal de nadie, motivo por el cual es denominada aliṅga. No siendo producida por ninguna causa superior, es eterna, inmanifestada, está más allá de lo existente y lo no existente y, es por eso, indisoluble. Los sentidos, la mente, nunca la percibirán directamente y se podrá admitir su existencia tan solo por medio de la inferencia (Gardini, Walter "Yoga clásico").

Aliṅga se corresponde con el término sāṃkhya avyakta, o “lo indeterminado”, y puede describirse como una “entidad genética no resuelta”. Su primera connotación es la “carencia de marcas” o de forma menos precisa, la “asexualidad”. De esta causa última fundamental (aliṅga) deriva la primera evolución óntica de la serie, es decir, liṅgamātra o “lo determinado”. La segunda parte de este interesante compuesto, mātra, se emplea generalmente en el sentido de “solo, nada más”, pero en el presente contexto filosófico debe asignársele un significado más importante. En su utilización más antigua, mātra significaba tanto “substancia” como “material”, y en los últimos compuestos más modernos, como liṅgamātra, asmitāmātra o tanmātra, indudablemente se retiene algo de su significado original. Entonces, ¿qué puede afirmarse del concepto liṅgamātra? Aunque no hay una definición de este término en los Yogasūtras y solo se cita una vez en este aforismo, se puede inferir su significado con fiabilidad del contexto y de la evidencia adicional de modelos ontológicos parecidos. Vyāsa lo identifica correctamente con “el gran principio” (mahattattva) o la “simple esencia” (sattāmātra). Como fuente directa de todas las diferenciaciones siguientes del mundo noumenal indeterminado, liṅgamātra no tiene más que una única característica, que es “existencia”. Poco más puede decirse, sino que existe; es la existencia indeterminada. El tercer nivel de los constituyentes primarios se conoce como aviśeṣa o “lo inconcreto o sutil”. Este término se utiliza solo dos veces en los Yogasūtras, una vez en el sentido general de “indistinguible” (III.35) y aquí en un sentido estrictamente técnico. De acuerdo con Vyāsa se trata de un término paraguas que comprende a asmitāmātra y a los cinco tanmātras. Asmitāmātra es el agente que divide el substrato fundamental en sujetos y objetos, en forma de línea evolutiva dividida. Asmitāmātra es el principio “general” de individualización, mientras que asmitā denota la “conciencia de existencia individual” particularizada. Por tanto, hay que distinguir entre la estructura ontológica y el uso psicológico (funcional) de este importante término. Asmitāmātra solo aparece en IV.4, donde inequívocamente se refiere a la fuente de las múltiples mentes individualizadas o nirmānacitta. Por otro lado, asmitā como función de la mente fenomenal se menciona en II.3, II.6 y III.47; y en I.17 como una variable concreta del énstasis cognitivo (samādhi). Aunque Patañjali solo dice que nirmānacitta se origina de asmitāmātra, se puede afirmar con seguridad que asmitāmātra también actúa como fuente de los tanmātras, los elementos (bhūtas) y los sentidos (indriyas). El último guṇaparvan, el nivel de los fenómenos concretos o viśeṣa, forma la estructura superficial de prakṛti. Contrariamente a Īśvarakṛṣṇa, el autor de los Yogasūtras no identifica aviśeṣa únicamente con los tanmātras y viśeṣa con los bhūtas, sino que incluye en la categoría de viśeṣa también a los indriyas. Esto se sugiere con la frase bhūteindriyātmaka (II.18), y posiblemente también con el compuesto kāya-indriya (II.43). Tiene probablemente el significado general de ser aquella capacidad mental que organiza la entrada sensorial; es el factor sintetizador de la experiencia captada por los indriyas y que convierte las percepciones indeterminadas en una idea concreta. Esta evolución sucesiva puede esquematizarse gráficamente como sigue:

aliṅga

liṅgamātra

asmitāmātra

estructura profunda

aviśeṣa

5 tanmātras

manas

viśeṣa

estructura superficial

5 bhūtas

10 indriyas

Universo físico

Universo psicológico

(Feuerstein, Georg "The Philosophy of Classical Yoga").

—A partir del intelecto tiene lugar una bifurcación en el proceso creativo: una dualidad dentro de la dualidad. Por un lado, se producirá la creación propiamente material con la aparición de los cinco elementos sutiles y por otro la creación del individuo, una creación psicológica que se inicia con la emergencia del sentido del yo. Hay que resaltar aquí la diferencia entre el yoga y el sāṃkhya, ya que en el sāṃkhya tras la aparición del intelecto surge el sentido del yo y es solo a partir del sentido del yo cuando la creación se bifurca en un aspecto material y en otro psicológico. Una vez más se invoca a los guṇa para explicar el porqué de esta bifurcación. Cuando el tamas predomina se produce la creación material, ya que el tamas provee la solidez propia de la creación material. Sin embargo, cuando predomina el sattva se produce la creación psicológica entendida como una actualización de las facultades mentales y sensoriales. Existe un estrecho paralelismo entre los dos polos de esta nueva dualidad. Por lo tanto, la creación se puede entender desde el polo de los elementos (bhūta) o desde el punto de vista de las facultades psicológicas (indriya). La primera opción da como resultado la creación del universo físico mediante la combinación atómica de los cinco elementos; la segunda opción, la creación del sujeto empírico, perceptor de los sujetos materiales creados por los cinco elementos. Ambas creaciones son el resultado de los guṇa y por este motivo, las propiedades de los guṇa pueden entenderse tanto desde el punto de vista material (ligereza, movilidad, pesadez), como desde el punto de vista mental (felicidad, dolor, confusión) (Pujol, Oscar "Patañjali", pag. 65-66 y nota 1).

2.19(87): na viśeṣebhyaḥ paraṃ tattvāntaram astīti viśeṣāṇāṃ nāsti tattvāntara-pariṇāmaḥ |

No hay principios más allá de los concretos. No hay más cambio en otras entidades, más allá de las concretas.

2.19(87): teṣāṃ tu dharma-lakṣaṇāvasthā-pariṇāmā vyākhyāyiṣyante ||19||

Sus transformaciones a partir de la forma constitutiva, las características temporales y el estado se explicarán más adelante (III.13).

 

Bhoja — Rāja-Mārtanda (1018-1060)

||2.19|| guṇānāṅ parvāṇyavasthāviśēṣāścatvārō jñātavyā ityupadiṣṭaṅ bhavati. tatra viśēṣā mahābhūtēndriyāṇi, aviśēṣāstanmātrāntaḥkaraṇāni, liṅgamātraṅ buddhiḥ, aliṅgamavyaktamityuktam. sarvatra triguṇarūpasyāvyaktasyānvayitvēna pratyabhijñānādavaśyaṅ jñātavyatēna yōgakālē catvāri parvāṇi nirdiṣṭāni.

Se hace aquí la indicación de que es necesario saber que los ordenamientos en que se presentan los elementos constitutivos de la Naturaleza Primordial, es decir, sus diferentes condicionamientos, son cuatro. A este respecto, lo diferenciado está constituido por los grandes elementos y los sentidos. Lo no diferenciado son los elementos sutiles (tanmātra) y el órgano interno. Lo solamente caracterizado es el intelecto (buddhi). Lo indefinible es lo no manifestado. Esto es lo que aquí se dice. Se indican estos cuatro ordenamientos, porque ha de saberse que, a partir de un conocimiento natural, se sigue que lo no manifestado se presenta en todas partes bajo la forma de los tres elementos constitutivos de la Naturaleza Primordial.

 

Śaṅkara Bhagavatpāda — Yoga-Bhāṣya-Vivaraṇa (s. XIV)

(Justificación gramatical para la lectura del sūtra en singular: viśeṣaaviśeṣaliṅgamātraaliṅgaguṇaparvāṇi).

Aliṅga es un término técnico para pradhāna, el cual no camina hacia la disolución (na liṅgati, ver I.45, increado) ni procede de algún otro sitio. Un nombre masculino, aliṅga, puede correctamente derivar de su verbo (ling, ir), por extensión, en cualquier otro verbo del grupo raíz, formando el nombre del agente al añadir una a. El nombre, consecuentemente, asume el género apropiado (es decir, el masculino del agente). Liṅga (no de un verbo, sino en el sentido convencional del término) sería neutro (no masculino, como aquí) y apuntaría a un instrumento (no a un agente). Incluso podría ser tomado como un adjetivo compuesto (bahuvrīhi), dando a entender que no existe marca o indicación con la cual acceder a la percepción directa de lo que se denomina pradhāna. De esta forma, lo que particulariza y sus derivados, se denomina parvan, derivado (unādi, IV.112) de prā, llenar, pues así se cumple (pālayanti) el propósito de puruṣa proporcionando experiencia y trascendencia, o incluso por llevar a cabo (pūrayanti) sus propios cambios. La raíz prā toma el sufijo -an para formar un nombre de agente (parvan). La regla es que un nombre que no expresa acción y termina en -n es neutro, mientras que si expresa acción es de género común. Por ejemplo, merudṛsvan, uno que ha visto a Meru; puede estar en el nominativo merudṛsvā o merudṛsvanī. Así pues, existe otra interpretación del sūtra: “los guṇas actuantes son concretos y no concretos, con características (liṅga) y sin características (liṅga)”.  El espacio está basado en el elemento sutil (tanmātra) del sonido; el aire en el del tacto, caracterizado por el sonido y la sensación táctil; el fuego está basado en el elemento sutil de la forma, y se caracteriza por el sonido, tacto y forma. El agua se basa en el elemento sutil del gusto, y se caracteriza por sonido, tacto, forma y gusto. La tierra se basa en el elemento sutil del olor y se caracteriza por los cinco: sonido, tacto, forma, gusto y olor. Estos elementos son particularizaciones de los elementos sutiles no particularizados, y poseen varias cualidades: paz, violencia, embotamiento. Los elementos sutiles no están particularizados porque no tienen dichas cualidades. El oído, la piel, el ojo, la lengua y la nariz son los órganos mentales de los sentidos (buddhendriya) dirigidos hacia las ideas en formación (buddhi) procedentes de objetos como el sonido; sus existencias se infieren a partir de sus respectivos objetos. Voz, manos y pies, órganos de excreción y de generación, se consideran como agentes de acciones tales como el habla. La conciencia de existencia es el sentimiento de ser uno mismo, la idea "yo soy". Vacíos de forma (liṅgamātra, literalmente "lo que va") es la primera forma del sin forma, pradhāna, como la semilla al germinar.

Ni ser ni no ser es como decir: ya determinado, ya indeterminado. No existente-no-existente significa que tiene existencia solo como un ligero desarrollo a partir de lo inmanifestado. Existente-no-existente se refiere al Gran Principio, el cual es ambos: existente y no existente, en los sentidos anteriores. Lo inmanifestado, carente de cualidades, es sin embargo no existente-no-existente. Los tres estados diferenciados son: el determinado, el indeterminado y el puro ser.

Objeción: si todo es un efecto de pradhāna, ¿por qué no se produce directamente lo determinado y lo indeterminado (y no únicamente después del Gran Principio)?

Respuesta: la forma desnuda esta próxima a lo informe, igual que la raíz esta próxima a la semilla, y es la raíz la que primero se forma y diferencia de todo.

Así, aquí el Gran Principio toma forma en pradhāna, donde se encontraba inmerso, y se diferencia manifestándose el primero, antes de las otras particularizaciones que son más lejanas.

 

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