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Actualizado: agosto, 2022
Pātañjalayogaśāstra
(draṣṭā dṛśimātraḥ śuddho’pi
pratyayānupaśyaḥ)
87.
Dṛśya ha sido
explicado. Ahora se aborda la determinación de la verdadera naturaleza de draṣṭā. Draṣṭā es dṛśimātra y, aunque
inmaculado, es consciente de los pratyayas. Dṛśimātra quiere decir
que se trata exclusivamente de la śakti que
observa, no afectada por modificación alguna. Ese puruṣa es
consciente reflejándose en buddhi.
No es igual ni totalmente opuesto a buddhi. ¿Por qué
decimos que puruṣa no es
totalmente igual que buddhi?
8788.
Porque buddhi
es algo que sufre modificaciones; unas veces conoce al objeto y otras no.
88.
El hecho de que su objeto, por ejemplo una vaca o una jarra
de agua, a veces sea conocido y a veces no, demuestra su inconstancia. Por otro lado, el hecho de que el objeto de puruṣa sea siempre conocido demuestra claramente su
inmovilidad. ¿Por qué decimos esto? Porque buddhi, que por definición es el
objeto de puruṣa, no podría
ser para él conocido unas veces y desconocido otras; por esto se afirma la
inmutabilidad de puruṣa que conoce a
su objeto en todo momento. Además, buddhi existe en consideración a otros,
puesto que funciona combinando distintas causas, mientras que puruṣa existe para
sí mismo. Por otro lado, buddhi
está compuesto por los tres guṇas, pues
determina qué son todas las cosas y, en consecuencia, no es consciente de sí
mismo. Pero puruṣa, como
supervisor de los guṇas, no tiene la
misma forma que buddhi. Objeción:
entonces, debe ser opuesto a él. Respuesta: no exactamente,
8889.
pues, aunque puro, observa los pratyayas que presenta buddhi.
89.
Cuando contempla así las transformaciones de buddhi, parece como de su misma
naturaleza, aunque realmente no sea así. Por esto Pañcaśikha ha afirmado: “el poder del experimentador no cambia, ni se une al objeto.
Sin embargo, aparentemente se une a buddhi adaptándose así a los buddhivṛttis. Lo que se
denomina buddhivṛtti es la
adopción de la forma del objeto en buddhi en base a su parecido con dicho vṛtti”.
Vyāsa —
Yoga-Bhāṣya (s. V.)
2.20(87): vyākhyātaṃ dṛśyam | atha draṣṭuḥ
svarūpāvadhāraṇārtham idam ārabhyate—
“Lo-que-es-observado” ha sido explicado. Ahora se aborda la determinación de la
verdadera naturaleza de “lo-que-observa”.
द्रष्टा दृशिमात्रः शुद्धोऽपि प्रत्ययानुपश्यः॥२०॥
draṣṭā dṛśimātraḥ śuddho’pi pratyayānupaśyaḥ ||20||
“Lo-que-observa” es solo
observación [y] aunque inmaculado, es consciente de los pensamientos que surgen
(Traducción
propia)
(Otras
traducciones)
Vyaas Houston |
Draṣṭṛ–el
observador es dṛśi-mātra-solo
observación. Es puro, aún (cuando) es testigo de los pratyayas-pensamientos dirigidos hacia el objeto |
Georg Feuerstein |
El Observador, [que es] el puro
[Poder de] la observación, aunque puro, percibe las ideas [presentes en la
conciencia] |
Christopher Chapple y Yogi Ananda
Viraj |
El observador sólo observa; aunque
puro, parece motivado |
P. V. Karambelkar |
Draṣṭā
(el perceptor) es solo potencialidad de percepción y, aunque puro, se
(transforma) en quien percibe a través del contenido (es decir, del
organismo) de citta |
James Haughton Woods |
El Observador, que no es nada más
que [el poder de la observación], aunque inmaculado (Buddha), se considera
como la idea presente |
Pandit Usharbudh Arya |
El observador es solo la fuerza que “observa”.
Aunque puro, “observa” cualquier
cosa que se presente como cognición en buddhi |
Emilio García Buendía |
El que ve, consistiendo en capacidad
de ver, aunque inmutable, (contempla) las ideas percibidas |
Oscar Pujol |
El perceptor es solo la visión, que,
aun siendo impoluta, se ve reflejada en la percepción mental [del mundo] |
Chip Hartranft |
La pura conciencia es simplemente la
misma percepción; aunque sea pura, normalmente parece funcionar por medio de
la mente perceptiva |
Vocabulario
draṣṭā
dṛśi-mātraḥ śuddhaḥ-api pratyaya-anupaśyaḥ
draṣṭā (“lo-que-observa” es) dṛśi-mātraḥ (pura observación); śuddhaḥ-api (aunque inmaculado), pratyaya-anupaśyaḥ (es consciente de las ideas)
draṣṭṛ (draṣṭā): (m, nom, sg)
espectador, observador; 1) propio del sujeto o conocedor que recibe las
impresiones; 2) se asimila al “si-mismo-esencial” (puruṣa), a la auténtica naturaleza o
naturaleza humana esencial (ātman), a la conciencia-energía o poder que
subyace a la conciencia (citiśakti) y al ser
interior (adhyātma).
dṛśi-: observación, visión,
energía o poder de observación.
mātra (mātraḥ): (m, nom, sg)
1) solamente,
nada más que; 2) puro, neto.
dṛśimātra
(dṛśimātraḥ): (m, nom, sg) pura
observación, solo visión.
—Dṛśimātra,
visión pura, denota la verdadera esencia del sí mismo como inmutable y
permanente sujeto perceptor del proceso mental en curso (Feuerstein, George “Encyclopedic Dictionary of Yoga”).
śuddha (śuddhaḥ): (m, nom, sg)
puro,
correcto, inmaculado.
api: (indecl) y, también, además, incluso.
pratyaya-: noción,
intención, idea presente; 1) representación, conocimiento; 2) pensamiento que
surge, aparece o se muestra, es decir, aquello que viene al encuentro de la
conciencia, paso final en la formación gestáltica; 3) denota cualquier
contenido de la conciencia, incluyendo las modificaciones mentales (vṛtti) y el
conocimiento trascendente (prajñā).
anupaśya (anupaśyaḥ): (m, nom, sg) ver, percibir, darse
cuenta, conocer.
—Es interesante resaltar que la raíz verbal
√paś que aparece en la base de la palabra anupaśya significa “mirar” pero en el sentido de “contemplar” traducible al inglés como to behold lo que sugiere la noción de un
mirar o contemplar algo continuadamente, repetidamente, de forma sostenida que
es lo que aporta el prefijo anu. De este modo, tal y como se
indica en este sūtra, la consciencia contempla las ideas formadas por la mente
de una forma constante, continuada, sin descanso precisamente porque esa es su
naturaleza, su esencia, la de contemplar (García Buendía, Emilio “El yoga como sistema
filosófico, pag 299”).
Otras variaciones del texto original:
draṣṭā dṛśimātraḥ śuddho’pi pratyayā’nupaśyaḥ
Vyāsa
— Yoga-Bhāṣya
(s. V.)
2.20(87):
dṛśi-mātra iti dṛk-śaktir eva viśeṣaṇāparāmṛṣṭety
arthaḥ |
(Que es) “solo
observación” quiere decir que se trata
exclusivamente de la energía que observa, no afectada por modificación alguna.
—La pura conciencia … es la misma percepción que se
limita a observar la naturaleza actuando ante ella. Al decir “la misma percepción” Patañjali no se refiere a la
conciencia que subyace en nuestro sentido de la visión, sino al omnipresente
conocer ante el cual los cinco sentidos y también la mente se manifiestan (Hartranft,
Chip “Los Yoga-Sutra de Patáñjali”, pag. 27).
—El término más común utilizado por Patañjali para designar
la auténtica “yoidad” de puruṣa es el "veedor", como
se puede observar en los Yoga-Sutra I.3 y II.17,
así como en II.20
y IV.23.
El género de puruṣa debe verse meramente como una conveniencia lingüística o
gramatical. Esta palabra masculina que significa " veedor" o “sí-mismo” (es decir, conciencia pura) se
usa indistintamente con las palabras femeninas: śakti (poder, energía, fuerza), citi
(conciencia ), citiśakti (poder de la conciencia) y dṛśi (vista, ver). También
denominado "poder del veedor" (dṛś-śakti), puruṣa
se describe como absolutamente no mezclado o distinto de, incluso el aspecto
más fino y sutil de prakṛti el sattva de la conciencia o mente que
todavía puede permitir que el yogui se identifique erróneamente con la
existencia prakṛtika, lo "visible" (dṛśya), Lo "visible" es,
en sí mismo, insensible y carece de toda conciencia o autoluminosidad (Whicher,
Ian “The integrity of the yoga
darsana. A reconsideration of classical yoga”,
pag. 78).
2.20(87):
sa puruṣo buddheḥ pratisaṃvedī | sa buddher na
sarūpo nātyantaṃ virūpa iti |
Ese puruṣa es consciente
(reflejándose) en la función intelectiva (pratisaṃvedana) (I.7 - II.17). No es igual ni totalmente opuesto
al intelecto.
2.20(87): na tāvat sarūpaḥ | kasmāt?
¿Por qué (decimos
que puruṣa) no es
totalmente igual (que la función intelectiva)?
2.20(8788):
jñātājñāta-viṣayatvāt pariṇāminī hi
buddhiḥ |
Porque el intelecto es algo que sufre modificaciones; (unas
veces) conoce al objeto y (otras) no.
2.20(88):
tasyāś ca viṣayo gavādir ghaṭādir vā
jñātaś cājñātaś ceti parṇāmitvaṃ
darśayati |
El hecho de que su objeto, por ejemplo una vaca o una jarra
de agua, a veces sea conocido y a veces no, demuestra su inconstancia.
2.20(88):
sadā-jñāta-viṣayatvaṃ tu puruṣasyāpariṇāmitvaṃ
paridīpayati | kasmāt?
Por otro lado,
el hecho de que el objeto de puruṣa sea siempre conocido demuestra claramente su inmovilidad. ¿Por qué (decimos esto)?
2.20(88):
na hi buddhiś ca nāma puruṣa-viṣayaś ca syād gṛhītā
cāgṛhītā ceti siddhaṃ puruṣasya
sadājñāta-viṣayatvaṃ tataś cāpariṇāmitvam
iti |
Porque la función intelectiva, que por definición es el
objeto de puruṣa, no podría
ser para él conocida (unas veces) y desconocida (otras); por esto se afirma la
inmutabilidad de puruṣa que conoce a su objeto en todo momento.
—Es importante distinguir cuidadosamente entre la
apercepción del “sí-mismo-esencial” y la percepción de la mente. Mientras que las percepciones
de la conciencia se refieren a objetos exteriores a la conciencia (que pueden
ser objetos actuales o recordados), la apercepción del “sí-mismo-esencial” se refiere al conocimiento de
la conciencia y no tiene que ver con ningún factor extraño. En otras palabras,
para el “sí-mismo-esencial”, la conciencia ordinaria se
presenta ella misma como objeto. Mientras que las percepciones o conocimientos
de la conciencia son múltiples y discontinuos, la apercepción del “sí-mismo-esencial” es perfectamente continua (Feuerstein,
Georg “The Yoga-Sūtra of
Patañjali”).
2.20(88):
kiṃ ca, parārthā buddhiḥ saṃhatya-kāritvāt
| svārthaḥ puruṣa iti |
Además, la función intelectiva existe en consideración a
otros, puesto que funciona combinando distintas causas, mientras que puruṣa existe para
sí mismo (svārtha).
2.20(88):
tathā sarvārthādhyavasāyakatvāt triguṇā
buddhis triguṇatvād acetaneti | guṇānāṃ
tūpadraṣṭā puruṣa iti | ato na sarūpaḥ |
(Por otro lado, la función intelectiva está compuesta por
los tres guṇas, pues
determina qué son todas las cosas y, en consecuencia, no es consciente de sí
misma). Pero puruṣa, como supervisor (upadraṣṭā) de los guṇas, no tiene la misma forma (que
la función intelectiva).
2.20(88):
astu tarhi virūpa iti |
Objeción: entonces, debe ser opuesto a ella.
2.20(88):
nātyantaṃ virūpaḥ | kasmāt?
Respuesta: no exactamente,
2.20(8889):
śuddho’py asau
pratyayānupaśyaḥ | yataḥ
pues, aunque puro, observa las ideas, es decir, contempla
las ideas que presenta el intelecto (las transformaciones materiales que el
intelecto lleva a cabo cuando adopta la forma de los objetos).
2.20(89):
pratyayaṃ bauddham anupaśyati | tam anupaśyann
atadātmāpi tad-ātmaka iva pratyavabhāsate |
Cuando contempla así (las transformaciones del intelecto),
parece como de su misma naturaleza, aunque realmente no sea así.
2.20(89):
tathā coktaṃ—apariṇāminī
hi bhoktṛ-śaktir apratisaṅkramā ca pariṇāminy
arthe pratisaṅkrānteva tad vṛttam anupatati | tasyāś
ca prāpta-caitanyopagraha-rūpāyā buddhi-vṛtter
anukāra-mātratayā buddhi-vṛtty-aviśiṣṭā
hi jñāna-vṛttir ity ākhyāyate ||20||
Por esto (Pañcaśikha) ha afirmado: “el poder del experimentador no cambia, ni se une (al
objeto). (Sin embargo) aparentemente, se une a lo que cambia (al intelecto)
adaptándose así a los procesos mentales. Lo que se denomina proceso mental de
conocimiento es la adopción de la forma del objeto en el intelecto en base a su
parecido con dicho proceso mental” (IV.22).
Bhoja —
Rāja-Mārtanda (1018-1060)
||2.20|| draṣṭā puruṣō dṛśimātraścētanāmātraḥ.
mātragrahaṇaṅ dharmadharminirāsārtham. kēciddhi
cētanāmātmanō dharmamicchanti. sa śuddhō.pi pariṇāmitvādyabhāvēna
svapratiṣṭhō.pi pratyayānupaśyaḥ,
pratyayā viṣayōparaktāni jñānāni tāni anu
avyavadhānēna pratisaṅkramādyabhāvēna
paśyati. ētaduktaṅ bhavati -- jātaviṣayōparāgāyāmēva
buddhau saṅnidhimātrēṇaiva puruṣasya dṛṣṭṛtvamiti.
El observador es el “sí-mismo-esencial”. Es sólo visión, es decir, es solamente inteligencia (cetanā). La
insistencia en el término solamente, tiene por objeto rechazar la relación
entre forma constitutiva (dharma)
y el sujeto que la posee (dharmin),
pues algunos quisieran que la inteligencia sea una cualidad esencial del “sí-mismo” (ātman). Pero el “sí-mismo-esencial”, incluso
siendo puro, siendo él su propio fundamento, porque no existen para él las
transformaciones, etc., percibe directamente las ideas. Las ideas son los
procesos cognoscitivos teñidos por los objetos de los sentidos. El las percibe
directamente, sin interrupción y sin que nada intervenga. Lo que se quiere
decir es lo siguiente: la calidad de observador del “sí-mismo-esencial” se debe únicamente
a su proximidad con el intelecto (buddhi), el cual es el único que está teñido
por los objetos de los sentidos.
Śaṅkara Bhagavatpāda — Yoga-Bhāṣya-Vivaraṇa (s. XIV)
En este sūtra se vuelve otra vez a los dos puntos tratados en I.3 y I.4: “en el estado de yoga,
lo-que-observa permanece en su propia naturaleza”, y “fuera del estado de yoga, hay identidad entre lo-que-observa y la
fluctuación mental presente en ese instante”. Mediante la
visión pura, que en sí es inmutable, se produce la observación (anudarśana) de los
pensamientos en la mente (bauddhapratyaya); de este hecho, se deduce correctamente el
establecimiento en su auténtica naturaleza. En “conoce a
través de los pensamientos” hay solo una
inferencia de existencia, pues se deduce que hay algo distinto de los objetos
mismos, que los contempla apartados de lo que les permite manifestarse, como la
luz, etc. Y los pensamientos, que todo lo manifiestan, son percibidos
únicamente por algo distinto de ellos mismos, de tal forma que se perciben como
algo visto, igual que jarras, luces, etc. Puruṣa, contemplando un pensamiento solitario,
ve solo eso, y nunca yerra viendo el pensamiento, su objeto; es, por tanto,
solo visión. La palabra “solo” (mātra) se utiliza para rechazar
cualquier otra condición; se usa para excluir cualquier idea como que el
espectador sea también el asiento del deseo, etc., lo cual podría contradecir
el hecho de que el veedor sea lo visto. La observación del espectador es su
poder, el poder del espectador. No hay otro con este poder, pues es el
observador mismo. La proposición es: puruṣa es inmutable; la razón es: porque
siempre conoce su objeto; el caso contrario es: a diferencia de la mente.
Objeción: puruṣa es consciente del objeto tal como lo
determina la mente, por lo cual dicho objeto será conocido y desconocido para puruṣa al igual que
para la mente. Lo que puruṣa observa es lo que la mente determina, es decir, el
conocimiento o desconocimiento de un objeto. En consecuencia, también puruṣa será
inestable.
Respuesta: la objeción no se mantiene pues el
objeto de puruṣa es la mente
misma bajo el aspecto de un objeto externo, y no el objeto en sí. Entonces, el
objeto de puruṣa no es
conocido y desconocido (al mismo tiempo) pues él siempre conoce a la mente y,
consecuentemente es estable.
Objeción: pero se dice: “puruṣa es consciente del objeto determinado por la mente”. ¿Cómo puede esto conciliarse?
Respuesta: también se admite que puruṣa es inmutable.
Esto nos conduce a lo que se está afirmando con las palabras “objeto determinado por la mente”. Cuando se dice que es consciente del objeto tal como lo
determina la mente, se quiere decir que se es consciente de la forma de la
mente. En otro caso, se concluiría que puruṣa posee todas las características de la
mente, como variabilidad, existencia para otro, ser un colaborador (con el
cuerpo, los sentidos y los objetos, etc.), etc.
Objeción: si no fuese mutable, no poseería
visión de todo.
Respuesta: no, pues es visión, que es su
naturaleza. Quien sostenga que puruṣa es mutable debe responder a lo siguiente: ¿qué se realiza con la mutabilidad?
Objeción: la visión.
Respuesta: a esto se responde con el hecho de
que la visión es el puruṣa en sí, por lo cual no es necesario ningún cambio.
Objeción: en ese caso no se experimentaría la
conciencia de puruṣa pues, en
cierta forma, experiencia es modificación.
Respuesta: entonces, puesto que padece
modificaciones, puruṣa sería
impermanente, igual que objetos como el cuerpo.
Objeción: una modificación interna no sería
causa de impermanencia; causa de impermanencia es el cambio a otro estado de
ser.
Respuesta: el estado de modificación es en sí
otro estado. La modificación de algo aún no modificado es otro estado. Una vez
que se acepta un objeto hay modificación, y no se pueden hacer tales
restricciones (interno y externo). Incluso con cosas que (solo aparentemente)
son mutables internamente, como diamantes y otras joyas, existe aún
impermanencia. El hecho de que los objetos sean contemplados por una visión que
surge de la modificación, no puede restringir la visión permanente.
Objeción: el conocimiento no surge de la
modificación; es modificación.
Respuesta: entonces se trataría de conocimiento
de otras cosas, como el cuerpo que posee modificaciones.
Por tanto, podemos afirmar que puruṣa es solo
visión y permanece inalterable, pues siempre conoce su objeto. Incluso, aunque
su naturaleza es inmutable consciencia, debido a la presencia o ausencia de
ideas mentales sobre objetos contemplados, se efectúan afirmaciones como: “el ve, verá o ha visto”. Es como los
reflejos del sol y otras luces. Las afirmaciones de que el sol ilumina,
iluminará, o esta brillantemente luminoso, son indicaciones de acuerdo a la
presencia o ausencia de algo iluminado. La mente y otros objetos similares que
son sujetos de pureza, son los casos opuestos.
© Yogadarshana – Yoga y Meditación